El mamífero regenera la flora en Chingaza, que provee el 80% del líquido vital de la capital.
A las voces de repudio que condenan el asesinato de un oso de anteojos o andino adulto, perpetrado en la vereda Quebrada Blanca del municipio de Fómeque (Cundinamarca), se sumó ahora la de la Secretaría de Ambiente de Bogotá.
Esta entidad recordó la importante función que tiene este mamífero para regenerar la flora en el parque natural de Chingaza, de donde se abastece el sistema de represas del mismo nombre y que le aportan el 80 por ciento del líquido vital que se consume en la ciudad.
La entidad del Distrito recordó que este animal se encarga de dispersar las semillas que se come, y que son la base de su alimentación, lo que garantiza el mantenimiento de la vegetación en el lugar, que a su vez permite la generación de agua.
Tiene una función ecológica esencial que podríamos denominar de ‘jardinero de montaña’, pues realiza la poda y clareo del bosque, lo cual estimula el proceso de sucesión ecológica, señalaron en la entidad.
Por esta razón, la Secretaría de Ambiente hizo un nuevo llamado a las autoridades judiciales para que den con los responsables de la caza ilegal de este ejemplar de oso de anteojos.
No solo se trata de una especie emblemática y protegida de enorme importancia en sí misma, sino que su exterminio también puede atentar contra la seguridad hídrica de la capital, aseveraron en la entidad, e instaron a que los gobiernos municipales de la región trabajen de la mano para proteger a este especie.
