Se estima que el primate llevaba fuera de su hábitat, al menos, un año. La capital es uno de los principales destinos para tráfico de animales.
Un mono capuchino, en precarias condiciones de salud, fue rescatado por las autoridades ambientales el pasado jueves en la capital, ciudad que se han convertido en uno de los principales destinos para el negocio ilegal de tráfico de animales.
El operativo se adelantó por la llamada de un vecino que alertó a la Policía sobre la presencia del animal, en una vivienda de la localidad de Fontibón. El ciudadano también informó que lo tenían atado con unas cadenas.
De acuerdo con el parte que emitieron los expertos que examinaron al mono, el animal llevaba cerca de un año fuera de su hábitat y estaba desnutrido, como consecuencia del trato que estaba recibiendo.
Ahora, el mono permanece en un centro de recepción de fauna silvestre, del Instituto de Protección y Bienestar Animal, mientras se recupera y luego de la rehabilitación se determinará si puede volver o no a su entorno natural.
Sin embargo, aparte de los primates, loros, tortugas y canarios también son animales que algunos bogotanos prefieren como sus mascotas. No obstante, estos, lejos de ser animales de compañía, son especies que necesitan un entorno natural para desarrollarse de manera adecuada; de lo contrario, las consecuencias son fatales.
Es por eso, que se invita a la ciudadanía a no comprar o comercializar fauna silvestre y, específicamente, a denunciar si conoce sobre el caso de personas que tengan como mascotas a animales no domésticas.
Aún no se conoce la sanción a la que se enfrentará el dueño del animal. Cabe recordar que el tráfico de especies silvestres es un delito ambiental y acarrea multas de hasta $3.600 millones, según lo establecido por la Ley 1333 de 2009.