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Indicadores Ambientales

Kennedy, la localidad de Bogotá con la más baja calidad de aire

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Informe de ‘Bogotá, cómo vamos’ señala como reto mejorar índices, sobre todo en el sur.

El año pasado, y por tercero consecutivo, las dos estaciones de medición de calidad del aire que se ubican en la localidad de Kennedy registraron índices por encima de los permitidos, en la concentración de material particulado PM 2.5.

Según la normatividad colombiana, la cifra permitida es de 25 microgramos por metro cúbico (µg/m3), pero en el 2016, la estación de Kennedy registró niveles de 30,5 µg/m3, y la de Carvajal, 30,1 µg/m3. Ambas están ubicadas en el suroccidente y hacen parte de las 12 que hay en toda la capital.

Estas cifras fueron reveladas por el programa ‘Bogotá, cómo vamos’, en su más reciente informe de Calidad de Vida.

Aunque disminuyó este indicador, el promedio de las doce estaciones de la ciudad estuvo por debajo de lo establecido –21,6 de 25 µg/m3–, o sea, no se superaron los niveles de PM 2.5, el hecho llamó la atención por la situación que se está registrando en el suroccidente, en donde está la localidad de Kennedy.

Cabe señalar que la alta concentración de estas partículas puede generar problemas respiratorios y son un indicador de la calidad de aire que se respira en una urbe.

Otra medición en esta área es el porcentaje de material particulado PM 10. Según los datos de las estaciones de monitoreo, en los últimos dos años se ha mantenido la concentración por debajo del límite establecido, que es de 50 µg/m3.

Sin embargo, en el 2016 el porcentaje alcanzó los 45 microgramos por metro cúbico (µg/m3) por lo que aún continúa siendo un reto para la capital reducir este indicador.

Panorama del ruido:

Para medir las emisiones de ruido que superan el umbral permitido, en Bogotá la Secretaría de Ambiente tiene en cuenta los seguimientos a las empresas que lo generan, las quejas de los ciudadanos y los operativos de control que la entidad realiza junto a las alcaldías locales.

Estos resultados son clasificados por sectores. Uno de ellos es el industrial, en donde para el año pasado hubo un aumento en el porcentaje de compañías que sí cumplieron con los niveles permitidos, es decir que no excedieron las emisiones de ruido: pasaron del 29,2 por ciento, en 2015, a 38,5 por ciento en el 2016.

Entre los sectores que no presentaron mejora están el de servicios, pues el porcentaje de cumplimiento de los niveles de ruido disminuyó de 45,1 por ciento, en el 2015, a 31,8 por ciento en el 2016. Lo mismo ocurrió en el sector comercial, donde bajó el porcentaje de establecimientos que acataron la norma. Se pasó de 36,4 por ciento en 2015 a 27,5 para el año pasado.

El informe aclara que desde el 2014 la medición para el sector residencial no ha sido representativa, pues el indicador ha pasado de cero por ciento de cumplimiento a 100 por ciento, sin que se explique por qué o la metodología de seguimiento.

Calidad de agua:

De los afluentes que están en el interior de la ciudad, como el Fucha, Torca, Tunjuelito y Salitre, el índice de calidad de agua no ha presentado variaciones significativas.

En la última medición se observa que el río Torca tiene buen índice de calidad de agua; los ríos Fucha y Tunjuelo aumentaron la medición, pero aún se encuentran en la categoría de calidad marginal, mientras que el río Salitre salió de este escalón y pasó a tener una calidad aceptable.

Por otro lado, en el río Bogotá se encontró que aumentó en un 7 por ciento el porcentaje de residuos sólidos que fueron depositados en el afluente, pasando de 65.506 a 70.154 miligramos por litro (mg/L).

Esto afecta la calidad del agua del río, y las labores de descontaminación que realiza desde hace algunos años la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca.
Biodiversidad

En este ítem, el informe analiza, por ejemplo, la cantidad de habitantes que hay por cada árbol sembrado en espacio público. En la actualidad, la capital cuenta con 1’257.448 árboles y tuvo un aumento del 2 por ciento en aquellos que fueron sembrados entre el 2015 y el 2016.

Las cifras manejadas por el informe señalan que hay, en promedio, seis bogotanos por cada árbol en espacio público en la ciudad.

Sin embargo, si se entra a revisar la distribución, localidad por localidad, la cifra cambia. Por ejemplo, Bosa tendría 23 personas por cada planta, y Ciudad Bolívar, 16. En Santa Fe, Chapinero y Teusaquillo hay 2 por cada árbol.

Otro indicador positivo para la biodiversidad es el aumento progresivo que ha tenido la instalación de jardines verticales. Mientras que en el 2015 había 1.288, el año pasado se llegó a los 2.077.

En cambio, en instalación de techos verdes la cifra varía, pues en el 2014 se colocaron 12.940, en el 2015 la cifra bajó a 8.758 y en el 2016 volvió a aumentar, a 11.364.


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