Los musgos, líquenes, chamizos y barbas de viejo suelen ser utilizados en el fin de año.
La Secretaría de Ambiente de Bogotá comenzó una estrategia de control y prevención llamada ‘Navidad sin musgo’, encaminada a evitar el tráfico ilegal de especies silvestres que son extraídas de los cerros orientales y zonas de importancia ecológica durante el fin de año.
El propósito es motivar a los ciudadanos para que en las fiestas de fin de año respeten y protejan los recursos naturales a fin de evitar que se extraigan y comercialicen musgos, líquenes, chamizos y barbas de viejo, los cuales son plantas que se ven amenazadas durante la temporada de Navidad.
Además de realizar actividades de sensibilización y educación ambiental en localidades como Usme, San Cristóbal, Chapinero y Usaquén, se adelantarán operativos de control en zonas cercanas a los cerros, en plazas de mercado y en negocios donde se ofrece decoración para Navidad.
Aunque en los últimos años ha bajado la extracción de estos recursos naturales, en esta administración se incautaron nueve bultos de musgo equivalentes a 90 kilogramos.
En la pedagogía a los ciudadanos, la Secretaría de Ambiente busca generar conciencia sobre las funciones que cumple como regulador en el ciclo hídrico y su papel en la formación de suelo y en retener agua que dosifica en épocas de lluvia.
Las personas que sean sorprendidas traficando con este tipo de especies se exponen a sanciones de hasta 3.500 millones de pesos, conforme a la Ley 1333 de 2009. Además, el Código Penal contempla penas de entre cuatro y nueve años de prisión y multas hasta de 35.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.