Los animales eran vendidos en una papelería.
Durante varios operativos en el centro y occidente de Bogotá, las autoridades ambientales incautaron 148 animales muertos que pretendían ser comercializados de manera ilegal en la ciudad.
De acuerdo con las primeras informaciones, luego de varios meses de investigación y seguimiento, se identificaron dos establecimientos en donde fueron hallados 64 fragmentos de animales silvestres.
En uno de los lugares ubicado en la localidad de Santa Fe, estaban almacenados 4 caparazones de armadillo, 1 pata de venado, 47 conchas marinas, 2 pieles de cánidos mamíferos, 3 caparazones de tortugas, 1 fragmento de boa, 1 estrella de mar y 5 fragmentos de piel de babilla.
Entretanto, en la localidad de Suba se logró la incautación de 83 insectos y un arácnido. Los especímenes estaban siendo tenidos ilegalmente y comercializados en una papelería que funcionaba como fachada para el tráfico de los animales.
Los trabajadores de ese establecimiento no contaban con los respectivos permisos que validaran la tenencia de los animales y reconocieron que los venían comercializando, debido a la alta demanda de estudiantes que los compran para diferentes trabajos académicos.
Las autoridades señalaron que dichas conductas están tipificadas como un delito ambiental, por lo que la Secretaría de Ambiente iniciará los respectivos procesos de sanción, cuyas multas pueden llegar hasta los 3.600 millones de pesos.
