Durante esta administración se han realizado 81 visitas de control y seguimiento a bares y discotecas de la capital.
El Distrito le puso un tatequieto a dos establecimientos de comercio de alto impacto en el barrio El Restrepo por ser los más ruidosos del sector y no contar con los requisitos necesarios para operar. Esta jornada se adelantó dando cumplimiento a la tutela del Juzgado Treinta y Cinco Penal Municipal con función de control de garantías.
La Secretaría de Ambiente realizó la imposición de medidas preventivas a las fuentes fijas de emisión de ruido (parlantes, consolas y mezcladores) del bar “Noches de Luna V.I.P”, por superar los niveles máximos permitidos según la resolución 627 de 2006, la cual indica que para el uso de suelo en horario nocturno el límite es de 60 decibeles.
El segundo sellamiento se llevó a cabo al Bar antes conocido como las Calacas Mexicanas, debido a que no tenía reglamentada su actividad (certificado de matrícula mercantil cambiando de razón social). En este establecimiento no se pudo establecer quién era el propietario, por ello la Policía Nacional selló todo el local como lo indica el Código Nacional de Policía (Ley 1801 de 2016).
Dada la ilegalidad de cambiar la razón social de algunos establecimientos y los nombres de sus propietarios, muchas veces no se pueden materializar las medidas, dado que la resolución se impone a la persona natural o jurídica.
Según la norma ambiental los niveles de ruido no pueden superar los 70 decibeles en el día, mientras que en la noche no pueden exceder los 60. La autoridad ambiental ya inició el debido proceso sancionatorio como lo establece la ley 1333, la cual contempla multas de hasta $3.600 millones.
