La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR ha advertido desde el año 2019 sobre la disminución de las precipitaciones en la jurisdicción Cundinamarca, situación que se ve evidenciada en los disminuidos niveles de los embalses y las fuentes hídricas de la capital.
“En abril, el acumulado de las lluvias alcanzó solo el 35%, es decir, un déficit del 65%, y en mayo el acumulado fue del 37%, es decir, un déficit del 63%; razón por la cual, no se logró estabilizar el volumen de los embalses teniendo en cuenta que esta es la época propicia para su recuperación”, dice el comunicado de la CAR.
La autoridad ambiental reportó que entre junio y agosto de este año en la cuenca alta de los ríos Bogotá, Macheta, Tausacá y Tunjuelo, las lluvias han estado normales, motivo por el cual se han recuperado los embalses de Tominé y Sisga, sin embargo, la CAR indica que no fue lo esperado.
“La falta de lluvias se ve reflejada en el volumen bajo de los sistemas regulados, que a la fecha se encuentran así: Neusa con 54 mm3, es decir, 46% del volumen útil; Sisga con 50 mm3, es decir, 55% del volumen útil; y Tominé con 235 mm3, es decir, 38% del volumen útil. Los tres embalses que conforman el Agregado Norte se encuentran en el 50% de su capacidad total, sin embargo, a pesar de estar bajos para la época”, dice la entidad.
La CAR emite un parte de tranquilidad porque hasta el momento no existe riesgo de desabastecimiento para el territorio y afirmó que para septiembre se espera la reactivación de las lluvias especialmente en la cuenca baja del Río Bogotá.
Por otro lado, el IDEAM predijo que las lluvias para el último trimestre del año estarán por encima de lo normal, lo que según la CAR, permitirá recuperar el nivel de los embalses.
Redacción OAB
