Hasta noviembre, Secretaría de Ambiente impuso más de 5.000 comparendos a ‘chimeneas’.
Las nubes de humo negro saliendo de los exhostos de los buses, los camiones de carga y hasta de los carros escolares son imágenes que aún no se erradican del todo de las calles bogotanas.
Hasta noviembre de este año, la Secretaría de Ambiente había revisado las condiciones técnico-mecánicas de más de 53.000 automotores, entre transporte público y privado. De ese número, más de 1.400 vehículos fueron inmovilizados por contaminar el aire y 5.383 recibieron un comparendo de acuerdo con las secretarías de Movilidad y Ambiente, que junto a la Policía Ambiental están tras los carros ‘chimenea’ que circulan por la ciudad.
Sin embargo, los conductores han encontrado la manera de evadir los 13 puntos de control que han instalado las entidades distritales en diferentes sectores. “Al pasar cerca de los controles técnico-mecánicos, ellos no aceleran sino que planean por la vía. De ese modo no generan emisión de contaminantes frente a nosotros”, explica Óscar Ducuara, subdirector de Calidad del Aire, Auditiva y Visual de la Secretaría de Ambiente.
Precisamente, los vehículos que se pasan por alto las revisiones contribuyen a la aparición de las dos principales partículas contaminantes que afectan la salud de los ciudadanos: el PM10 y el PM2.5. Este material puede llegar a las vías respiratorias de las personas.
Para evitar esa situación, las tres entidades decidieron cambiar continuamente la ubicación de los puntos en donde se instalan los controles. “Ahora nos situamos en puntos estratégicos para que no nos evadan”, señala Ducuara, quien agrega que se busca contar con unidades móviles para mejorar las revisiones.
Además de los controles, la Secretaría de Ambiente ha trabajado en campañas para que los conductores con vehículos en mal estado realicen las respectivas reparaciones y no sigan contaminando. “Si no hay la cultura de revisar los carros, sin importar el combustible que utilicen, seguirán haciendo mala combustión y, por ende, seguirán contaminando”, comenta el funcionario.
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El transporte público
Aunque las revisiones son también para carros particulares, taxis y otros vehículos, Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad, asegura: “Nos focalizamos en el control de los vehículos de transporte público”.
Según el registro de Ambiente, de los más de 53.000 automotores inspeccionados este año, 25.859 son buses públicos. “Con las empresas de transporte nos hemos reunido para promover la revisión técnico-mecánica y preventiva. Es la mejor forma de reducir el problema de contaminación”, dice Ducuara.
En cuanto a los buses de TransMilenio y del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), este año 69 vehículos fueron inmovilizados, 2.159 no aprobaron la revisión y más de 95 recibieron un comparendo.
“Los controles a TransMilenio y el SITP los hacemos en los portales y patios. Nuestras unidades realizan operativos sorpresa cuando los articulados o los buses están sin pasajeros”, cuenta el encargado de calidad del aire en la ciudad.
Los buses que no cumplen con la reglamentación y contribuyen a la emisión de partículas contaminantes son inmovilizados de inmediato en los patios.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, los operativos se empezaron a aplicar desde noviembre a las rutas escolares. Entre el 15 y el 30 del pasado mes fueron revisados 45 ‘vans’ que transportan niños; de esa cifra, ocho fueron inmovilizadas y 13 recibieron un comparendo.
¿Las medidas funcionan?
Néstor Rojas, director del grupo de investigación de Calidad del Aire de la Universidad Nacional de Colombia, opina que las medidas contra los carros ‘chimenea’ son insuficientes, pues no tienen un efecto permanente y las autoridades distritales utilizan las mismas herramientas de inspección desde hace años.
“Las inmovilizaciones son a corto plazo y ya los transportadores se acostumbraron a pagar una multa para sacar sus vehículos de los patios”, explicó Rojas.
La solución más efectiva que plantea el experto en control ambiental es la renovación de la flota de las empresas de transporte público. “Con la implementación del SITP se perdió una oportunidad para contar con mejor tecnología en transporte. En cambio, trajeron buses que llevan años en circulación. Lo mismo pasa con TransMilenio: los articulados de la fase 1 y 2 ya cumplieron su ciclo”, concluyó.
Hay inconformidad
La más reciente encuesta de Percepción Ciudadana del programa Bogotá, Cómo Vamos, y que fue revelada esta semana, indicó que el 78 por ciento de los consultados se siente insatisfecho frente a la contaminación que presenta el aire en la capital, que, en parte, se debe al esmog producido por los vehículos.