En la última semana se han clausurado 14 empresas que arrojaban residuos a las red hídrica de la ciudad, sin cumplir con los requisitos ambientales exigidos.
La Secretaría de Ambiente, en compañía de la Policía, selló tres empresas dedicadas al procesamiento de pieles en el sector de San Benito, al sur de Bogotá. La razón: estaban vertiendo residuos peligrosos, como el cromo, a la red de alcantarillado que desemboca en el río Tunjuelo. Así, continúan las acciones que se vienen adelantando en los últimos días para proteger los recursos hídricos de la ciudad.
Con esos tres sellamientos, ya son 14 las empresas clausuradas en la última semana por afectar el agua de la capital. Y podrían enfrentarse a multas que llegan a los $3.500 millones cada una, por operar sin los requisitos ambientales exigidos.
“Es un compromiso de la administración del Alcalde Enrique Peñalosa sancionar a todas aquellas empresas que están contaminando la estructura ecológica principal de Bogotá. Las medidas de suspensión de actividades de estas curtiembres se mantendrán hasta que cumplan con los requisitos ambientales necesarios para operar”, sostuvo Francisco Cruz Parada, el secretario de ambiente.
Este tipo de acciones, aseguraron desde esa cartera distrital, están enfocadas a dar cumplimiento al fallo del Consejo de Estado que ordenó la recuperación del río Bogotá. Justamente el viernes pasado, la magistrada Nelly Yolanda Villamizar, del Tribunal de Cundinamarca, encargada de hacer cumplir la sentencia, recorrió ese cuerpo hídrico para verificar su estado.
Si bien resaltó que las condiciones del río han mejorado frente al panorama observado en 2003, cuando empezó la batalla jurídica por esas aguas, encontró que aún hay problemas como que las vacas y los caballos sigue pastando en las orillas. Por eso, anunció que emitirá medidas cautelares para que los animales no sigan bebiendo del río, mientras la CAR sostuvo que abrirá procesos sancionatorios contra los dueños de los semovientes.