La Fundación Zoológico Santacruz continúa con sus puertas cerradas por cuenta de la pandemia del COVID-19. El lugar, que tiene bajo su responsabilidad más de 700 animales, pide ayuda a todas las personas, pues los recursos cada vez son más escasos y las dietas de los animales son muy costosas.
“Estoy a cargo de los 780 animales que albergamos y la verdad estamos muy preocupados” aseguró Camilo Mendoza, médico veterinario de la Fundación Zoológico Santacruz a RCN Radio. Además, dijo que “el mantenimiento del zoológico está alrededor de 200 y 250 millones de pesos para mantener a los animales en perfectas condiciones.
La ausencia de visitantes ha dejado sin sustento a cientos de animales y trabajadores del zoológico. Sin embargo, la fundación está realizando una campaña de recorridos virtuales, con los cuales los usuarios de internet podrán conocer a los animales y donar recursos que le servirán a los mismos.
Dentro de los animales se encuentran ‘Milka’, una tigresa blanca que “semanalmente come aproximadamente 70 kilos entre carne, pollo, vísceras y hueso. Son dietas que económicamente nos representan un alto costo”, dice Mendoza. Por otro lado, se encuentra un juvenil hipopótamo que come diariamente al menos 50 kilos, entre pasto de corte, concentrado, lechuga, zanahoria y patilla” dijo.
El zoológico asegura que la ayuda estatal ha sido “muy poca” y por eso invitan a las personas a donar.
La dieta más costosa, según el veterinario, es la de los flamencos, pues ellos se alimentan de camarones, de los cuales obtienen el pigmento para sus plumas. La alimentación de estos individuos cuesta semanalmente “un millón de pesos”.
Los animales no pueden ser liberados debido a que han sido víctimas del tráfico ilegal y una de las consecuencias es que “desarrollan vínculos con los humanos y pierden habilidades que deberían tener en los entornos naturales”. Si el zoológico continúa sin recursos, no podrá alimentar al gran número de animales que viven allí, ni podrá pagarles a los trabajadores.
El animal más viejo del zoológico es ‘Jhon’, un oso de anteojos que lleva en la institución mas de 30 años. Debido a que es un animal geriátrico su alimentación y cuidados deben ser especiales.
El zoológico busca tocar el corazón de las personas y superar las dificultades económicas que ha traído consigo esta pandemia.
Redacción OAB