Para el Ingeniero electrónico, David Garzón Ramos, magíster en Ingeniería – Automatización Industrial, de la Universidad Nacional (UNAL) , es posible diseñar un grupo de robots que coordine a otros grupos y trabaje de manera colectiva como lo hacen insectos como abejas, hormigas y termitas.
El trabajo articulado de estas especies de insectos serviría de inspiración para el diseño automático del software de los robots de consumo, es decir, aquellos que se utilizan en actividades diarias como las tareas del hogar. La idea es que estos sepan trabajar en grupo.
“Como sociedad debemos solventar necesidades como construir carreteras, edificaciones o realizar actividades agrícolas, y para ello necesitamos trabajar con grupos grandes de robots, como pueden ser los enjambres de robots”, dice el ingeniero.
Enjambres de robots
La UNAL indica que antes de empezar la producción del software de control se debe: primero, descubrir el tipo de interacciones que pueden surgir entre los grupos de robots; y después, emplear estas interacciones para ejecutar misiones de forma eficiente.
Al respecto, el investigador señala que, “utilizó métodos de optimización que buscan, combinar y sintonizar diferentes comportamientos modulares (exploración, atracción, repulsión, entre otros)”. La investigación ha sido inspirada en la observación de animales sociales como las hormigas, abejas, peces, aves; y han resultado útiles para estudiar robótica colectiva en el pasado”.
Estados Unidos
Por su parte, en el Laboratorio de Investigación del Ejército de Estados Unidos, la Universidad de Harvard o el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), desde hace unos años se adelantan estudios con sistemas robóticos de enjambre que podrían utilizarse para la búsqueda y rescate de rehenes después de ataques terroristas, en el apoyo a misiones humanitarias en áreas de conflicto, vigilar fronteras y localizar desastres ambientales; desempeñándose conforme a la necesidad y ajustados a un programa.