Evitar la adulteración y falsificación de medicamentos a partir de productos vencidos, así como disminuir su impacto ambiental, son algunos de los principales objetivos que persigue la campaña nacional de recolección de medicamentos vencidos Punto Azul, lanzada en enero de 2010.
Para lograrlo han destinado 593 contenedores a nivel nacional, el 40% de los cuales se encuentra en la capital colombiana. Según Lina Benavides, coordinadora del programa, se trata de que la ciudadanía sea más rigurosa a la hora de verificar las fechas de vencimiento de un medicamento antes de consumirlo y de tener más control sobre aquellos que ya han sido parcialmente usados y aún no han pasado su fecha de caducidad.
El programa, que ha logrado recolectar aproximadamente 2,5 toneladas mensualmente, ha recogido un total de 76 toneladas desde que inició su piloto en 2010, dando cumplimiento a la resolución 371 de 2009. De ese volumen total, entre la capital y el departamento de Cundinamarca han aportado 65 toneladas, 62 de ellas recogidas en la capital.
Reducir los posibles impactos que los químicos contenidos en los medicamentos tienen en el agua, así como las consecuencias y efectos secundarios para la salud, son ejemplos del alcance que busca la campaña. Para ello, los 248 contenedores que se encuentran distribuidos en Bogotá, llamados Puntos Azules por el programa, cuentan con las condiciones sanitarias y medioambientales óptimas para su funcionamiento, reguladas por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Para su ejecución e implementación, el programa se desarrolla en tres etapas: recolección, clasificación e incineración. El operador encargado de esa tarea en la ciudad es Synthia Química, gestor que debe garantizar, ante las entidades competentes de salud y ambiente, que se siga un proceso responsable y eficaz con los residuos.