¿Qué hacer para que los cartuchos de tinta que desecha no terminen en los rellenos sanitarios?
¿Después de cientos de impresiones se acabó la tinta de su impresora y no sabe qué hacer con el cartucho vacío? Para muchas personas, la opción está en desecharlos junto con el resto de la basura ordinaria, sin saber que así están generando un altísimo impacto en el medioambiente: al llegar a los botaderos y rellenos sanitarios, los componentes plásticos y metales que componen un cartucho pueden tardar hasta 800 años en degradarse.
Por eso, el papel del consumidor, ya sea en casa o en las oficinas, es fundamental. Más allá de saber cuánto tiempo tarda este proceso, es importante conocer que el mayor problema está en el plástico que conforma esos cartuchos, ya que la tinta se consume en el proceso de impresión, y cuando el usuario los cambia ya deben estar vacíos.
Es decir, los contenedores de plástico que llegan a los basureros son uno de los graves problemas en esta cadena. Por ello, un proceso de posconsumo es fundamental, pues permite que los ciudadanos y empresas tengan la opción de devolver esos cartuchos de tinta y de tóner para que sean reciclados, procesados y reincorporados de nuevo en los procesos de producción.
Encaminado en este objetivo, HP Inc. desarrolló el programa Planet Partners para reciclar estos cartuchos. El consumidor los entrega vacíos y estos se desarman, se trituran y se transforman en materia prima con el fin de fabricar nuevos cartuchos, lo cual permite que se reutilice el material en la elaboración de cartuchos nuevos, en lo que se conoce como un ciclo cerrado.
Este programa de reciclaje posconsumo está hoy presente en 70 países del mundo y a Colombia llegó hace 11 años, lo que lo convierte en el tercer país latinoamericano en tenerlo con un cubrimiento de todo el territorio nacional.
Con la colaboración de sus consumidores, en 2016 la empresa logró reciclar 17.000 toneladas de cartuchos en todo el mundo.
Cierre del ciclo:
HP Inc. cuenta además con un programa de reciclado de computadores y periféricos que permite a personas y empresas darles una correcta disposición final a sus equipos viejos o en desuso. El programa funciona en todo el país, no tiene ningún costo para el usuario y también cuenta con recolección a domicilio. Por su parte, los servicios adicionales, como la destrucción de discos duros, el borrado de información y el inventariado por números de series, sí tienen costo. Para el caso de los clientes corporativos, la compañía expide un certificado de destrucción una vez el equipo ha sido procesado.
De esta manera, en 2016 se lograron reciclar en todo el mundo 112.000 toneladas de equipos de hardware y periféricos.