- Más de 6 mil millones de pesos se han invertido en recuperación, rehabilitación, conservación y manejo sostenible de los humedales.
- La actividad humana en estos ecosistemas amenazan el número de especies que los habitan.
- La presencia de fauna doméstica, como perros, pone en riesgo la vida de las zarigüeyas ya que los depredan.
- El intenso trabajo de la Autoridad Ambiental ha garantizado la supervivencia de la fauna en los humedales capitalinos.
Gracias a una estrategia de monitoreo de fauna silvestre puesta en marcha por la Secretaría Distrital de Ambiente, se logró visualizar una zarigüeya o chucha (Didelphis pernigra), un marsupial difícil de localizar por sus hábitos solitarios y nocturnos, en el humedal Torca Guaymaral, al norte de Bogotá.
El equipo de monitoreo de la Subdirección de Ecosistemas y Ruralidad registró la actividad de una hembra cargando hojas en su cola para preparar lo que al parecer un nido, siendo uno de los primeros reportes de este tipo en la ciudad. El hecho se dio gracias a una cámara trampa puesta por uno de los profesionales de monitoreo en el humedal.
El hallazgo representa un logro muy importante para la biodiversidad de la fauna capitalina, puesto que las zarigüeyas son animales que han descendido sus poblaciones a lo largo del tiempo por los daños que ha causado la actividad humana a su hábitat natural. Sin embargo, gracias a la labor de la Secretaría de Ambiente y a los procesos de conservación y protección de los ecosistemas, es posible que sobrevivan este tipo de especies.
Durante la Bogotá Humana se han invertido unos 6.140 millones de pesos para la recuperación, rehabilitación y/o restauración, así como para la conservación y manejo sostenible de los humedales.
La Autoridad Ambiental puso en marcha a partir de marzo de este año un programa intenso de monitoreo en estos ecosistemas de la ciudad, estrategia que le permite al Distrito saber qué está sucediendo en los humedales, de los animales que viven allí y de la flora que hay. La iniciativa permite tener evidencia y soporte de estos hallazgos a través de una estrategia científicamente diseñada.
De acuerdo a la Fundación Humedales Bogotá, se ha reportado evidencia de esta especie en tres humedales de Bogotá, como son La Conejera, Torca Guaymaral y Juan Amarillo.