Alguna vez te has preguntado ¿Dónde desechar los residuos que generas en casa, en la escuela, en tu lugar de trabajo y en la calle? ¿Todos van al mismo lugar? ¿Acaso pueden tener una segunda o más oportunidades?
Como consumidores o usuarios finales, somos quienes decidimos cuándo dejar de usar un producto y si le damos otra oportunidad de seguir funcionando o los desechamos. Con el paso de los años, y debido a la urgencia en tomar acciones frente al cambio climático, nos hemos dado cuenta de la importante de consumir productos con responsabilidad, comprar solamente lo que necesitamos y no desperdiciar; separar los residuos que generamos, darle otra oportunidad a la ropa que usamos, entre otras acciones que contribuyen con el cuidado del medioambiente.
Por eso es clave saber sobre posconsumo, una estrategia medioambiental que permite darle una nueva oportunidad a los objetos o los materiales que usamos y continúen siendo útiles, o sean desechados de la mejor manera. Esta estrategia es impulsada por la Secretaría de Ambiente y es una herramienta que ayuda de manera positiva con el cambio climático.
¿Cómo se dividen y en qué bolsa van?
En nuestras actividades cotidianas como comer, divertirnos, estudiar, trabajar, transportarnos, entre otros, producimos diferentes tipos de desechos que podemos separar y darles nuevas oportunidades:
- Ordinarios orgánicos: las sobras de comida o peladuras que resultan de la preparación de alimentos en la cocina. Van en bolsa verde.
- Ordinarios aprovechables: vidrio, cartón, papel, plástico y metales limpios. Van en bolsa blanca.
- Ordinarios No aprovechables: el papel higiénico y las servilletas usadas, los papeles y cartones contaminados con comida. Van en bolsa negra.
- Residuos posconsumo: son aquellos que al desecharse se convierten en residuos que deben ser gestionados de manera especial para evitar daños a la salud y al ambiente. Por ejemplo, medicamentos, llantas, pilas, ropa, entre otros.
- Residuos de construcción y demolición (escombros): son los restos de las actividades de construcción, demolición, excavación y/o reparación de tu casa o de obras de carácter público o privado.
¿Dónde se depositan los residuos?
Los residuos ordinarios deben ser separados y depositados en la bolsa verde. Son recolectados por las empresas especializadas y llevados a plantas de tratamiento de residuos orgánicos o al parque de innovación Doña Juana.
Los residuos posconsumo deben ser llevados personalmente a los contenedores ubicados en los establecimientos autorizados como centros comerciales, instituciones, tiendas u otros sitios. En el Visor Geográfico Ambiental de la Secretaría Distrital de Ambiente las personas pueden consultar dónde depositar sus residuos especiales. Estos no van mezclados con los residuos ordinarios y tiene un manejo diferente.
También con información relacionada con los sitios de aprovechamiento y disposición final de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) que son aprobados por las autoridades competentes fuera y dentro del perímetro urbano de Bogotá.
Bogotá cuenta con más de 1500 puntos posconsumo. Puedes consultar dónde está ubicado el más cercano a tu hogar, trabajo o escuela, visitando el enlace https://visorgeo.ambientebogota.gov.co/ y hacer clic en el módulo App y posteriormente, elegir el tipo de residuo que deseas entregar.
¿Cómo se aprovechan los residuos?
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Llantas
Las llantas usadas pueden ser aprovechadas mediante el proceso de trituración y molienda, en el cual se separan los elementos que componen la llanta (caucho, acero, textil), convirtiéndolos en materia prima para nuevos procesos o aplicaciones industriales, como asfalto modificado con gránulo de caucho reciclado, superficies exteriores para uso deportivo, parques infantiles, pisos interiores, calzado, baldosas, etcétera.
Residuos de Construcción y Demolición- RCD
Mediante el proceso de aprovechamiento de los RCD se recuperan los materiales como ladrillos, concreto, madera, baldosa, drywall, etc., reincorporándose al ciclo económico productivo de forma eficiente y a través del reciclaje fabricando nuevos productos.
Baterías de plomo ácido
El alto riesgo para la salud durante la manipulación de las baterías usadas se debe al manejo de compuestos como el ácido sulfúrico, el plomo y los óxidos de plomo que contienen. El proceso de aprovechamiento de las baterías usadas consiste en recuperar la materia prima necesaria que permite la producción de nuevas baterías, por eso es importante hacer una buena gestión.
Bombillas
Las bombillas que actualmente están incluidas en el Sistema de Recolección Selectiva son: bombillas fluorescentes tubulares (pueden ser rectas o circulares); bombillas fluorescentes compactas (comúnmente conocidas como ahorradoras) y bombillas para alumbrado público (sodio, mercurio o halogenuro metálico).
Con el correcto manejo de este residuo se busca lograr una gestión racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de minimizar sus efectos adversos en la salud humana y el ambiente.
Pilas
En estos Sistemas se incluyen las pilas de uso doméstico, tanto recargables como no recargables, de las tecnologías más comunes, como son: pilas alcalinas y Zinc Carbón (usadas comúnmente en aparatos domésticos), pilas botón para calculadoras, relojes, audífonos, entre otros, pilas recargables para cámaras, computadores y otros aparatos portátiles.
Fármacos
Los medicamentos vencidos incluidos en estos planes son de uso humano y de uso veterinario, abarcan también los homeopáticos y fitoterapéuticos. Dentro del concepto de “medicamento vencido” se consideran los siguientes residuos: envases, empaques, cajas, frascos, ampolletas, medicamentos cuya fecha de vencimiento ya expiró, medicamentos parcialmente consumidos.
Según cifras reportadas por el Observatorio Ambiental de Bogotá así se comportó el aprovechamiento y recolección de estos residuos en el año 2021.
