El alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, durante la clausura de la Conferencia Mundial de los Pueblos en Cochabamba, Bolivia, afirmó que la COP que se llevará a cabo en París no puede ser una cumbre más de los poderosos sino se debe convertir en una comuna de un millón de personas en defensa de la vida.
“Pues a París tienen que llegar las multitudes, no es un espacio de encumbrados y una manifestación políticamente correcta de 20 mil parisinos, es un millón de personas en París, es la multitud gritando la razón, exigiendo a los encumbrados, al espacio del poder, que se deben tomar las decisiones si queremos preservar la vida y que esas decisiones ni más ni menos implican el cambio de un paradigma político, económico y filosófico, una gobernanza multilateral y democrática, una regulación profunda del mercado a escala global y unos instrumentos públicos que regulando el mercado permitan perfectamente salvar la vida antes que nada”, indicó Petro Urrego.
Reiteró, que antes que la codicia está la vida y le propuso a los presidentes presentes en la clausura a convocar conjuntamente a las multitudes en Europa, Latinoamérica, África y Asia a París para que allí nazca una nueva manera de pensar y entender la diversidad como una nueva oportunidad de preservar la humanidad y la vida.
“Pues llegó la hora de aglutinar las propuestas, es la hora de construir una plataforma común con las propuestas mucho más eficaces, radicales y alternativas, que se puedan contrarrestar con el discurso político, políticamente correcto, que hasta ahora Naciones Unidas desarrolla en torno al cambio climático”, sostuvo el mandatario capitalino.
Manifestó que la defensa de la vida obliga al mundo a dejar de lado el discurso políticamente correcto y dar un grito de razón ya que lo que está en juego es la vida de la humanidad.
“Una plataforma común y no un espacio exclusivo de encumbrados en París, una especie de comuna de la humanidad. En Bogotá llenamos la Plaza de Bolívar millones de personas salieron, en Cochabamba miren lo que hay en este municipio miles de personas, de pueblos llegó la hora de que las multitudes se expresen”, dijo el Alcalde Mayor de Bogotá.
Recordó que hoy el mundo vive una contradicción fundamental entre el capital y la humanidad entera, entre el mercado y la vida. “Por tanto la lucha empieza a coger un vuelo de multitudes en América Latina convocando al mundo, porque tiene que ser una lucha universal, global, es una lucha por la vida, es una lucha por nuestros hijos, los hijos de los pobres pero también los hijos de los ricos”, dijo.
Expresó que él, como Alcalde de Bogotá ha estado presente en las llamadas COP, donde ha visto cómo los mismos agentes del mercado y protectores de la globalización se reúnen para solucionar los problemas de la humanidad, quizás porque entendieron que el petróleo al emitir los gases de efecto invernadero matará a sus propios hijos.
“Sin embargo quieren reunirse en cumbres cerradas, sin embargo quieren reunirse fuera de los pueblos, sin embargo quieren reunirse en instancias de poder solitaria a donde solo llegan los lobistas del petróleo, los lobistas del carbón, los beneficiarios y privilegiados de la economía fósil, allí no van a salir las soluciones por tanto no podemos ilusionarnos en que los encumbrados van a construir a partir de los instrumentos del mercado y de la misma tecnología que generó el cambio climático las soluciones, esa ilusión no nos es permitida esta vez y no nos es permitida porque si París se equivoca en la reunión de los encumbrados entonces llegará la muerte a los pueblos”, manifestó el burgomaestre.
“¿Qué hacer? El 22 de septiembre en Bogotá se reunieron muchos movimientos sociales de América y escribimos esta carta que les traemos a ustedes y vino el alcalde a Cochabamba al Encuentro Mundial de Movimientos Sociales con esta carta a encontrar otras cartas y otras propuestas, allá hablamos de la necesidad de construir un fondo para adaptar los territorios al cambio climático, no a partir de los impuestos y los recursos de los estados sino a partir de un impuesto que grave las transacciones financieras de los capitales especulativos del mundo que son 80 veces mayores que toda la producción mundial”, afirmó el alcalde Petro.
Así mismo, declaró que este impuesto a la especulación debe financiar un Fondo multilateral que pueda ayudar a las regiones a adaptar sus economías y sus territorios al cambio climático.
“El Fondo no podría entregar los recursos a las naciones, a los pueblos y a los territorios bajo la consigna que deben ser créditos y que tienen que ser bancables porque no sería más que una extensión del Fondo Monetario Internacional y de la deuda pública que como una costra atraviesa la historia de nuestros pueblos, no, el cambio climático no se soluciona así, los recursos no pueden salir de los Estados solamente, sino de los capitales especulativos que son los que desataron el cambio climático”, puntualizó Petro Urrego.