Los vehículos que generan las mayores emisiones de gases efecto invernadero (GEI) son los que funcionan con gasolina, entre los que se destacan las motocicletas, seguidas de los taxis a gasolina y a gas natural.
Las motocicletas de cuatro tiempos con cilindraje mayor a 150 cc emiten 167 gramos de CO2 por kilómetro recorrido y pasajero trasportado (g/km-pasajero), seguidas de los taxis que utilizan gasolina y emiten el 60 % de este valor, y los automóviles sin catalizador, que alcanzan el 56 % de las emisiones proporcionadas por las motocicletas.
Así lo explicó la investigadora Yohen Cuéllar, magíster en Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien determinó cuáles son los impactos ambientales de toda la cadena de producción de combustibles que abastecen los vehículos de trasporte de pasajeros de Bogotá.
Para eso utilizó la metodología Análisis del Ciclo de Vida (ACV), que consiste en analizar desde la extracción hasta el consumo del combustible, y tuvo en cuenta los vehículos con motor a gasolina (motocicletas, automóviles particulares y taxis) y los que funcionan con motor diésel (buses tradicionales y TransMilenio).
En Bogotá las motocicletas equivalen al 24 % del total de vehículos utilizados, y el 99 % opera con gasolina. Los automóviles a gasolina representan el 93 %, los buses de trasporte público el 1,2 % y los buses troncales de TransMilenio solo el 0,1 %.
Para calcular cuántos contaminantes emite un vehículo por kilómetro recorrido y pasajero trasportado, la investigadora Cuéllar recopiló información de las secretarías de Movilidad y de Ambiente, y utilizó un software especializado en la aplicación de la metodología ACV.
“Esto se hizo con el fin de analizar la efectividad del uso del combustible respecto a las personas que trasportan. Para ello se tuvo en cuenta la capacidad de diseño de cada vehículo y la cantidad de pasajeros que puede movilizar”, explicó la ingeniera.
Por ejemplo para las motocicletas se consideraba que llevaban de uno a dos pasajeros; los automóviles mayores a 1.400 cc, de uno a cinco pasajeros; los taxis, cuatro pasajeros (sin tener en cuenta al conductor) y los buses, desde la capacidad de diseño hasta un sobrecupo del 25 %.
Emisión de material particulado
En la investigación también se evaluó la emisión de material particulado, es decir las partículas muy pequeñas que se pueden introducir en el organismo y causar afectaciones como enfermedades respiratorias.
Los vehículos que generan las menores emisiones de estos contaminantes son los que funcionan con gas natural. De los que usan combustibles líquidos, los buses troncales de TransMilenio aportan una de las emisiones más bajas de material particulado: 3,4 miligramos por kilómetro recorrido y pasajero trasportado (mg/km*pasajero).
Por otro lado, los buses con capacidad de 35 a 60 pasajeros tienen las mayores emisiones: 21,1 mg/km*pasajero. En este aspecto, las motocicletas exceden de 3 a 5 veces las emisiones de los buses de TransMilenio, puesto que alcanzan los 18,8 mg/km*pasajero.
Si no se tiene en cuenta la cantidad de pasajeros transportados, los buses de TransMilenio a diésel son los que emiten mayores emisiones de material particulado (PM2.5) y GEI, porque consumen más combustible.
Sin embargo, si la flota de TransMilenio pasa a vehículos eléctricos reduciría las emisiones de GEI en un 86 % comparado con los que utilizan diésel.
Así mismo se reduciría el material particulado en un 88 %, lo cual sería favorable en la lucha del cambio climático y la disminución de enfermedades respiratorias.
La investigación también concluyó que no necesariamente estas emisiones se dan al final, en la quema de combustible, sino que una gran parte también se da durante la producción de la materia prima.
“En el caso de la producción de etanol carburante se destaca que su generación tiene un aporte importante de material particulado por la quema de la caña antes de la cosecha. Las afectaciones mencionadas no se van a dar directamente en Bogotá, pero sí en las poblaciones cercanas a estas plantaciones”, concluyó la ingeniera.