Los escombros de construcción, remodelación y/o demolición, son tratados adecuadamente cuando se transportan al centro de aprovechamiento, dispuesto para transformar estos residuos en materiales de construcción. Para llevar a cabo de manera satisfactoria este proceso, los escombros no deben ser mezclados con los residuos domésticos o industriales.
Los escombros ilegales afectan el medio ambiente y la salud. Por tal razón, se considera un delito ambiental la acumulación de éstos en los espacios públicos de Bogotá.
A través del indicador “Disposición de Escombros Contaminados en el Relleno Sanitario Doña Juana” del Observatorio Ambiental de Bogotá, se evidencia que durante el 2014, la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAESP) registró 252.572,16 toneladas de escombros mezclados con otros residuos, que fueron recogidos por los operadores del servicio de aseo. Esta cifra representa una disminución del 4% respecto al 2013, donde fueron recolectados 263.206 toneladas.
De acuerdo con la Oficina Asesora de Planeación de la UAESP, esta reducción se presentó por la implementación de la estrategia “Ciudad Limpia”, estipulada en el reglamento técnico de los operadores del servicio de aseo, basada en la disminución de puntos críticos de acumulación de escombros, mediante la limpieza y la siembra de plantas, involucrando a los habitantes de cada sector, quienes se sensibilizan y protegen estos espacios, logrando así la creación de parques y otras adecuaciones naturales.
Esta gestión se realiza con diferentes actores sociales, como comerciantes, sacerdotes, líderes, habitantes de calle (a través de la Secretaría Distrital de Salud), entre otros.
Para la UAESP, es importante que la comunidad conozca que en el Distrito Capital, los operadores del servicio de aseo son los encargados de la adecuada recolección de escombros, y pueden comunicarse telefónicamente al 110.