En los últimos meses la capital de la República ha tenido episodios de niveles altos de contaminación del aire, lo que ha vuelto a poner en la agenda la importancia de medidas para la prevención de esta y mejoras en la calidad del aire.
De acuerdo con el Informe Bogotá Región Calidad del Aire, realizado por Fedesarrollo y Probogotá, el material particulado es el primer contaminante de la ciudad. En efecto así lo indicó el Plan Decenal de Descontaminación del Aire6 2010- 2020. El material particulado menor a 2,5 micras es especialmente peligroso para la salud humana pues penetra fácilmente en las vías respiratorias. Por lo anterior, frecuentemente se asocian los niveles de concentración en el aire de este contaminante con enfermedades respiratorias (OMS, 2011).
Señala el informe que en la estación Carvajal-Sevillana se ha sobrepasado el nivel permisible (37 µ/m3 ) en tres de los cuatro meses del año, lo que se traduce en un estado regular de la calidad del aire y por lo tanto en alerta amarilla. Sin embargo, en el resto de las estaciones de la ciudad se ha cumplido con el criterio establecido.
Los contaminadores:
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS) el 58% de las emisiones de material particulado (PM10) en Bogotá proviene de vehículos (fuentes móviles). Lo anterior se explica por la edad y tecnología (proceso de combustión y calidad del combustible) del parque automotor, además de los problemas de movilidad en la ciudad (DNP, 2018).
De hecho, de acuerdo con el índice global de tráfico, Inrix, en 2018 Bogotá fue la ciudad que ocupó el primer lugar en el ranking de pérdida de horas en congestión vehicular (272), seguida por Roma (254) y Dublín (246). Dado lo anterior, se han diseñado mecanismos para reducir las emisiones de contaminantes y mejorar la movilidad. Por ejemplo, en Bogotá en 2014 se dejaron de emitir más de 70 toneladas de PM2, gracias a la desintegración de 15.000 taxis, buses y camiones como parte de la Política de Prevención y Control de la Contaminación del Aire del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (publicada en 2010).
Adicionalmente, entre 2013 y 2015 en Bogotá, y el Valle de Aburrá, se aprobaron 19 solicitudes de exclusión de IVA y deducción de renta para vehículos híbridos y eléctricos. El restante 42% de las emisiones de material particulado provienen de las industrias (fuentes fijas). De hecho, cerca del 50% del PM10 de la capital proviene de hornos ladrilleros, mientras que el 23% del PM10 se origina en calderas de carbón (SDA, 2014). En la zona suroccidente de la capital, especial mente en la estación de Carvajal-Sevillana se reportan las concentraciones más altas de este contaminante.
Asimismo, en el Plan Decenal de Descontaminación del Aire 2010-2020, se identificó que la zona centro-occidental es donde se condensa la actividad industrial de Bogotá. De cualquier manera, en ninguna ocasión la concentración promedio mensual superó el nivel permisible de 75 µg/m3. En general no se observa una tendencia decreciente de la concentración de PM10 a través de los años.
Concentraciones:
Sin embargo, seis de las once estaciones reportan de manera consistente concentraciones por debajo de los 50 µg/m3, que era el nivel máximo permisible hasta 2017 para este tipo de contaminante. Una vez más, preocupa la situación en la zona suroccidental de la ciudad. Las estaciones de Carvajal-Sevillana, Kennedy y Puente Aranda reportan concentraciones de PM10 por encima de la norma. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estableció, en 2017, espacios de dialogo y capacitación para promover el cumplimiento de los planes de reducción de la contaminación del aire en Bogotá, entre otras ciudades.
A nivel local, desde 2015 la Secretaria Distrital de Ambiente de Bogotá cuenta con un plan para la atención de episodios críticos de contaminación del aire (Sistema de Alertas Tempranas Ambientales) que facilita la reacción de las autoridades ambientales y de salud del distrito ante una emergencia.
Por otro lado, los reportes del Rmcab sugieren que la localización geográfica del ozono es completamente diferente a la del material particulado. Las concentraciones promedio (ocho horas) más altas se registran en las estaciones de Suba y Guaymaral, mientras que, en la zona suroccidental, caracterizada por presentar altas concentraciones de material particulado, la concentración de ozono ha sido históricamente baja.
Adicionalmente, desde febrero de 2018 no se reportan excedencias en las concentraciones promedio de ozono medidas en las estaciones, frente a la recomendación OMS de no exceder los 100 µg/m3. La contaminación por ozono es un problema importante en días soleados pues la radiación solar es un factor fundamental para su generación.
Altas concentraciones de este contaminante pueden llevar a daños de las vías respiratorias y pulmones. Adicionalmente, el ozono puede deteriorar las hojas de los árboles y plantas en la medida en que interfiere con la capacidad de almacenar y producir nutrientes, por lo que las plantas se vuelven más vulnerables a otros contaminantes y al ambiente en general.
Protocolos:
La Alcaldía de Bogotá cuenta con un protocolo distrital de actuación ante las alertas por contaminación atmosférica. Este protocolo establece el procedimiento que se debe seguir una vez se valida la alerta. Primero, se deben activar las Estrategias Institucionales de Respuesta y la Estrategia Pedagógica y Comunicativa Interinstitucional, para articularse con los protocolos distritales de atención en incidentes con materiales peligrosos y de incendios forestales de ser necesario.
Segundo, se debe declarar la alerta vía acto administrativo, tras lo cual empieza una estrategia de información a la comunidad para comunicar el estado de la calidad del aire y las restricciones, medidas y sugerencias que se van a implementar. Posteriormente, se ejecutan dichas medidas y restricciones, de acuerdo con el tipo de alerta y contaminante. A partir de lo anterior se evalúa la efectividad de las medidas (revisión del índice de calidad del aire y análisis interinstitucional del evento de contaminación) para decidir si se desactiva la alerta o no.
Una vez se supera la emergencia, se debe realizar seguimiento. Adicionalmente, está establecido un despliegue institucional en donde la Secretaría de Salud brinda atención directa a las poblaciones vulnerables y entrega los equipos de protección. La Secretaría de Movilidad aplica las restricciones vehiculares (control de fuentes móviles).
Las alcaldías locales, con el apoyo de la policía, emiten restricciones y de ser necesario sanciones, a las fuentes fijas (como las industrias y el comercio). Por último, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos se encarga de limpiar las vías. Adicionalmente, se adelantan esfuerzos para aumentar la siembra de árboles en ciertas zonas de la ciudad y simulacros ambientales por ejemplo cerca de la estación Sevillana. Este último punto busca limitar el tráfico, restringir algunas industrias y entregar instrumentos de protección a la comunidad, para familiarizar a la ciudadanía con el protocolo de respuesta ante una emergencia ambiental.