Transformar el territorio donde vive en un ecobarrio en el que se garantice la sostenibilidad alimentaria y prime la conciencia de los habitantes sobre el cuidado del planeta, es uno de los sueños que tiene Diana Marcela Ayala, bogotana de 34 años que lidera varios proyectos comunitarios en su zona.
Una de las iniciativas que impulsa esta mujer es Ecoperse, organización vinculada al Programa de Voluntariado Ambiental de Bogotá, cuyo objetivo es lograr que La Perseverancia, ubicado en la localidad de Santa Fe, sea un lugar que se caracterice por reducir sus impactos medioambientales a través de buenas prácticas agrícolas, manejo adecuado de residuos, economía solidaria y, sobre todo, por el sentimiento de pertenencia, trabajo en equipo y apoyo mutuo entre los vecinos.
“Lo mejor de La Perseverancia son las personas con su forma de ser, dadas al trabajo comunitario. Aquí todos queremos que nuestro barrio salga adelante y tenga mejoras”, dice Diana.
De acuerdo con la Secretaría de Hábitat, en los ecobarrios las prácticas cotidianas de sus habitantes garantizan la sostenibilidad y promueven el sustento de las familias que los componen.
Para lograr consolidar La Perseverancia en un ecobarrio, Diana, junto con otras organizaciones socioambientales y el Distrito, está trabajando en un proyecto de intervención con el que se busca que la zona tenga jardines, huertas agroecológicas, paneles solares y espacios adecuados para la separación en la fuente y el manejo adecuado de residuos.
“Ganamos un proyecto y estamos en el proceso para lograr que esto sea real. Una de las cosas que buscamos es la soberanía y seguridad alimentaria haciendo muchas huertas. Por ejemplo, nuestras pacas no son solo pacas sino huertas. Además, estamos trabajando con asociaciones de recicladores”, explicó Diana, quien además es instructora de natación.
La bogotana también es la precursora de la Huerta Biocultural Umpyky-ty: el canto de tu corazón, que está ubicada en los alrededores del Parque Nacional Enrique Olaya Herrera. Por medio de esta iniciativa, promueve la alimentación sostenible, el trueque y la educación ambiental en los niños.
Diana siempre ha vivido en La Perseverancia y desde que era una niña tiene una gran conciencia por la protección del planeta. De hecho, recuerda que cuando estaba en primaria le regalaron un CD con canciones ambientales que la hacían sentir “muy feliz” cuando las escuchaba.
Hace un par de años vivió en una ecoaldea en Granada (Cundinamarca), donde adquirió diferentes conocimientos sobre agroecología, metodologías de educación alternativa y cine consciente, entre otros temas.
“La vida se encargó de guiarme. Yo creo que todas las personas tenemos la curiosidad de saber cuál es nuestra esencia natural. He estado en diferentes grupos. He aprendido de la madre Tierra, que es la que siempre está dispuesta a darnos. Estas acciones son una forma de contribuir a todo lo que nos entrega porque lo más importante es que seamos buenos hijos con ella”, expresa Diana.
Para ella, sería ideal vivir en un mundo donde fuese normal cuidar el planeta, tener una conciencia ambiental innata, separar en la fuente, proteger los ecosistemas y respetar los animales y todas las formas de vida.