Presencia policial y auge de grupos que promueven el senderismo fomenta participación de bogotanos.
Si se quisiera, se podría caminar desde la calle 174 hasta la 174 sur sin abandonar los caminos de los cerros orientales. Kilómetros y kilómetros de árboles, senderos, orquídeas salvajes, frailejones, cascadas, pozas de agua, cuevas, caminos muiscas y formaciones rocosas. Una reserva forestal de cerca de 14.000 hectáreas ”“40 veces más que el Central Park de Nueva York”“ a escasos metros de una gran urbe que había vivido de espaldas a este regalo de la naturaleza. Hasta ahora.
Durante años se trazó una frontera invisible en lo que se consideraba el inicio de la selva, un lugar intransitable a pie. La inseguridad alejó a los bogotanos. De hecho, en mayo del 2012 se produjo un robo masivo a 22 personas que terminó aumentando el resquemor. Sin embargo, muchos amantes de la montaña se han dado a la tarea de retomar la tradición de transitar por los caminos de los cerros. No podría hablarse de una ”˜fiebre”™, pero sí de un aumento en el interés de los bogotanos por reconquistar la zona. Prueba de ello son los grupos que se han creado en los últimos años: Caminantes del Cerro del íguila, Amigos de la Montaña, Fundación Rutas, Culturas y Caminos de Colombia, Caminantes del Retorno, entre otros, y hasta una empresa: travesía Icanti.
La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) ha respondido al reclamo ciudadano con un proyecto llamado Corredor Ecológico y Recreativo de los Cerros Orientales que supone unos 52 kilómetros de senderos oficiales que permitirán recorrer la ciudad de sur a norte, desde la quebrada Yomasa hasta la calle 193, y transitar entre parques y corredores ecológicos por las localidades de Usme, San Cristóbal, Santa Fe, Chapinero y Usaquén.
Lo que está ocurriendo aquí es un sueño de ciudad”, insiste Adrián Pulido, miembro de la Asociación Amigos de la Montaña. Este grupo, que cuenta ya con mil suscriptores a su web, remarca que la reserva forestal sería un gran pulmón para la ciudad si conseguimos apropiarnos del territorio para que cualquier ciudadano pueda acercarse a un sendero, caminar la montaña, disfrutarla y sentirse parte de la comunidad”, en palabras de Andrés Plazas, otro de sus miembros.
Hasta ahora, la SDA solo tiene registrada una quinta parte de los 54 caminos que se calcula que existen. William Muñoz, coordinador de las caminatas ecológicas de la Secretaría, anima a los ciudadanos a que tramiten una solicitud para que se registren los otros senderos, pues solo así se procede a hacerlos oficiales. La petición se puede hacer a través de la web www.ambientebogota.gov.co.
En el imaginario popular, Bogotá antes era una ciudad plana, y terminaba donde empiezan los cerros ”“cuenta Andrés Plazas”“. Mi tía tenía problemas para contratar una empleada porque vivía en la Circunvalar y no hallaba quién quisiera subir. Incluso, cuando vendían un apartamento por Rosales, lo que se ofertaba eran vistas a la ciudad, no a los cerros, que se veían como un obstáculo”.
Aunque para muchos el obstáculo sigue existiendo, pues solo dos de los senderos cuentan con protección oficial (por eso se recomienda ir con grupos que conozcan bien la zona) y la Policía reconoce que todavía no está garantizada la seguridad en el resto. Pero la capital quiere más, y las asociaciones luchan por que no solo se reconozcan los caminos, sino que las rutas sean seguras.
Entre los senderos que ofrecen protección policial está la quebrada La Vieja (la Policía está de 5:30 a 10 a. m.) entrando por la calle 72 con Circunvalar, en el barrio Rosales. Hasta allí llegan, según la Asociación Amigos de la Montaña, unos 400 caminantes cada sábado.
Carlos Bello, coordinador ambiental de la dirección de Abastecimiento de Acueducto, reconoce que hay una falta de reconocimiento a los cerros orientales; siempre han estado ahí y siempre se ha facilitado la posibilidad de que se visiten, pero si no se mejoran las condiciones de seguridad es difícil que se fortalezcan esas áreas”.
Desde enero, la empresa ha iniciado un plan piloto para extender el acceso a la quebrada La Vieja los domingos. Y el pasado 16 de enero el comandante operativo de Seguridad Ciudadana número 4, José Luis Palomino, aseguró a EL TIEMPO que iniciará las tareas de planeación para ampliar la custodia policial al cerro del íguila (hasta allí se llega a través del parque Nacional).
Según anunció Pedro Aldana, responsable del área de Ecosistema y Ruralidad de la SDA, este año también se tiene previsto diseñar la ruta conocida como Reserva del Delirio. De igual manera, la organización Conservación Internacional trabaja en la recuperación de ocho quebradas en Usaquén, afirmó su coordinador económico, Carlos Andrés Páez.
La dificultad de llegar al pico del íguila
No damos más de tres meses para que haya presencia especial de la Policía en el pico del íguila”, aseguró el comandante operativo de Seguridad Ciudadana número 4, José Luis Palomino, atendiendo los reclamos del grupo Kaminantes del Silencio que, desde hace tres años, cuando suspendieron el acceso por unas obras de adecuación del camino a Monserrate, se quejan de las dificultades para acceder.
El domingo 19 de enero, un grupo de 65 caminantes ascendió al pico del íguila con un equipo policial que realizó la exploración del terreno previa al estudio de planificación para poder ampliar el servicio a esta zona. Según Palomino, en la medida en que haya grupos de caminantes se generará el servicio en los otros cerros”.
Ubicado en el parque nacional Enrique Olaya, este sendero recibía cerca de 400 caminantes antes de su cierre. Ahora, el grupo no sobrepasa los 30 integrantes y solo algunos se atreven a caminarlo los domingos.
14 propuestas para caminar
Cantera de Soratama
Es una cantera recuperada en la que ahora se hacen visitas guiadas. Atraviesa el parque de Los Rodaderos. Ideal para los niños. Recibe entre 200 y 300 visitantes diarios. Entrada: calle 167 con 7.ª.
El Cedro
Son terrenos privados y para acceder hay que dirigir una carta al administrador de la urbanización Los Pinos. Los dos caminos, de entre 40 minutos y hora y media confluyen en un punto. Recorrido: 3,5 km. Acceso: calle 147 con 7.ª.
La Aguadora
El recorrido básico de 3 km inicia subiendo desde la calle 114. El camino puede extenderse por la montaña hasta unas 4 horas si se quiere llegar al cerro de La Cruz. Dato: hay orquídeas silvestres.
Piedras Moyas
Rodeado de rocas cuyas formas se asemejan a las del cerebro, es un recorrido fácil y breve, de terreno plano. Se puede hacer rafting y espeleología en las cuevas, que se encuentran cerca. Calle 84 con carrera 2.ª este.
Quebrada La Vieja
En el camino encontrará el Pozo de las Arrugas. Desde ahí puede ascender al cerro de La Cruz, que conecta con la quebrada Las Delicias. Recorrido: 3 horas aprox. Calle 72 con Circunvalar. Protección policial entre 5:30 y 10 a. m.
Quebrada Las Delicias
La caída de agua que tiene este sendero es la más alta de Bogotá (cerca de 50 metros). El recorrido de 1.500 metros dura 30 minutos. Entrada por el estacionamiento del Politécnico. Protección policial entre 5:30 y 10 a. m.
Río Arzobispo
Este camino posee tres cascadas: el Intruso, La Piscina y La Cueva, también llamada La Ninfa. El río reunía a los pescadores que iban tras el pez capitán y a los habitantes que anhelaban un baño. Entrada por la calle 45 con Circunvalar.
Parque Nacional
Subida continua hasta alcanzar el pico del íguila (3.100 metros). En la cima se puede tomar el desvío a Monserrate, un camino hacia el Valle del Silencio o el sendero de La Natividad, hasta Guadalupe. Entrada por la calle 37 con Circunvalar.
Río San Francisco
Entrada por la Quinta de Bolívar (calle 19 con cra. 3.ª). Camina al borde del río y atraviesa el Molino Esguerra y las ruinas del primer acueducto de Bogotá, cuando este río nutría a toda la ciudad. Recorrido breve y de escasa dificultad.
Reserva Matarredonda
Situada en el páramo Cruz Verde (Km. 15 de la carretera a Choachí), es un parque ecológico privado. El tiempo de recorrido por los caminos reales es de unas 4 horas y se extiende a lo largo de 10 km que rozan una altitud de 3.700 metros.
Reserva El Delirio
Los caminos reales tenían huecos para drenar el agua, pero este es un trazado muisca; caminaban sobre el agua, que brota de entre las piedras de este sendero hasta llegar a la laguna de Cansapatos. 5 horas de ascenso fuerte en 6,5 km.
Quebrada Bolonia
Corta y altamente contaminada, la comunidad logró reapropiarse este territorio. La entrada es por la av. Villavicencio y 5.ª este, de travesía fácil y 1,5 kilómetros en total.
Parque Entrenubes
Posee unas 626 hectáreas y ya cumplió una década de funcionamiento. Está conformado por los cerros de Guacamayas, Juan Rey y Cuchilla del Gavilán, en un perímetro de 30 km.
Próximos planes:
Caminantes del Cerro del íguila organiza caminatas los domingos a las 7 a. m. desde el reloj del parque Nacional. (Cra. 7, n.°. 39). Contacto: Claudia Mesa mesaclaudia2009@gmail.com
Secretaría de Ambiente: William Muñoz es el responsable de las caminatas. Tel. 311-8326511 o caminatasecologicas@ambientebogota.gov.co.
Amigos de la Montaña: www.amigosdelamontana.org
Travesía Icanti: www.travesiaicanti.com
Fundación Naturaleza y Patrimonio: www.naturalezaypatrimonio.com
Fundación RCC Rutas, Culturas y Caminos de Colombia: www.facebook.com/rekorridos
Caminantes del Retorno: www.caminantesdelretorno.com
IRENE LARRAZ
Redactora de Domingo