Bogotá debe actuar ante la mayor amenaza que enfrenta el mundo: el cambio climático. De no hacerlo, habrá con más frecuencia movimientos en masa, incendios forestales e islas de calor urbanas, entre otras afectaciones.
Consciente de esta necesidad, la ciudad fue la primera en declarar la crisis climática en América Latina y, en la propuesta de POT, establece medidas de adaptación y mitigación para afrontar este desafío.
El POT que propone la alcaldesa Claudia López armoniza las medidas de mitigación y adaptación con el Plan de Acción Climática (PAC) y el Acuerdo de Emergencia Climática firmado con el Concejo de Bogotá. Esto permitirá disminuir la emisión de gases efecto invernadero y reducir las vulnerabilidades de la ciudadanía frente a los cambios que se pueden presentar en el clima.
De igual manera, se desarrollará el modelo de economía circular, con la habilitación de nuevos suelos para separación y aprovechamiento de residuos orgánicos y de construcción y demolición. Las nuevas edificaciones deberán garantizar criterios de sostenibilidad como reciclaje, techos verdes y ahorro de agua y energía.
Se busca que haya menos vehículos con combustibles fósiles y más espacio para medios de transporte con tecnologías limpias o de bajas emisiones como Metro, cables aéreos y buses eléctricos. Por eso, este POT apuesta por un modelo de movilidad sostenible que descarbonice la ciudad y tenga en cuenta el transporte peatonal y en bicicleta. Así, se logrará tener un mejor ambiente y salud.
La propuesta de POT plantea estrategias para consolidar una ciudad más verde, con arbolado urbano y rural para el beneficio de toda la ciudadanía.
También se planea crear cinco conectores ecosistémicos y consolidar 19 bosques urbanos para unir las áreas verdes y mitigar las islas de calor. Bogotá necesita reverdecer para convertirse en una ciudad que se adapta y mitiga los efectos del cambio climático.
¡Este es el POT del reverdecimiento de Bogotá!