La industria textil es la segunda más contaminante del planeta después de la petrolera. Produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo.
En el marco del Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, realizado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, EEUU, se presentó una colección de moda realizada con tejidos forestales como madera, papel, corcho y setas.
Dicha iniciativa se llevó a cabo en una alianza entre la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, el Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal (PEFC, por sus siglas en inglés).
La secretaria general de PEFC en España, Ana Belén Noriega, indicó que “lo principal de esta colección es qué tipo de materiales ha utilizado la diseñadora y que por primera vez está garantizada su trazabilidad, desde el bosque hasta la prenda. ¿Qué significa esto? Que todas las empresas que han tenido este producto en sus manos desde la madera hasta la tela, han custodiado esa materia prima y la han transformado de manera sostenible”.
Según explicó Ana Belén Noriega, los tejidos se producen a partir de especies forestales como el eucalipto, el abeto y el haya.
“Siguen pasos similares a los que se siguen en la producción de papel, pero con procesos un poco diferentes. Empezamos con la madera que se hace pequeños chips, luego pasamos a la fibra, de la fibra al hilo y del hilo a la tela”, aseguró la secretaria general de PEFC en España.
Noriega concluyó que lo más relevante es asegurarse que, aunque se utilicen los árboles como materia prima, se haga de manera sostenible.
La ONU destacó este tipo de iniciativas en el mundo de la industria textil, la segunda más contaminante del planeta después de la petrolera. Produce el 20% de las aguas residuales y el 10% de las emisiones de carbono en el mundo.
Según la ONU, “para producir un kilo de algodón se necesitan miles de litros de agua y los otros tipos de material que se utilizan usualmente, tales como el poliéster, el nailon o el acrílico, vierten hasta medio millón de micro plásticos anualmente en los ríos que terminan en nuestros océanos afectando los ecosistemas marinos”.