El panorama es optimista. Se proyecta que tendrá los cerros protegidos y un río recuperado.
Diana Weisner, directora de la Fundación Cerros de Bogotá, proyecta la organización de grupos, jóvenes y madres cabeza de hogar que sean militantes de los cerros orientales.
Weisner le apuesta a la creación de ecobarrios y agroparques. Ciudadanos redescubriendo las quebradas, árboles y pájaros; bogotanos conociendo las historias de sus barrios legales o de origen informal, con valor patrimonial o popular”, narra.
No obstante, teme que la falta de delimitación del área protegida y gobernabilidad que con los años han enfrentado los cerros lleve a un nivel de urbanización incontrolable.
Por su parte, Manuel Rodríguez, experto y exministro del Medio Ambiente, llama la atención sobre la contaminación desde su nacimiento del río Bogotá, que ha repercutido en enormes costos ambientales y sociales.
En 25 años contemplaremos y disfrutaremos de un río descontaminado y con su lecho restaurado, y de un río que transcurrirá por un corredor biológico que se extenderá desde su nacimiento hasta el salto, y estará asociado con los pocos humedales sobrevivientes, también en recuperación”, dijo el experto.
Aunque no es un trabajo fácil, reconoce, Colombia y Bogotá ya alcanzaron un nivel de desarrollo económico que les permite enfrentar tan titánica empresa. Otras ciudades del mundo que vieron morir sus ríos ya lo han hecho”.
En términos de movilidad
El experto y decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Los Andes, Eduardo Behrentz, sueña una Bogotá con dos líneas de metro subterráneas, complementadas por una red de autopistas urbanas por concesión, de acuerdo con los diseños del Banco de Desarrollo de América Latina, incluyendo una moderna Avenida Longitudinal de Occidente.
Será posible la adecuación de la cr. 7a. como corredor verde de alta calidad urbanística, servido por un sistema de transporte eléctrico”, dijo.