Kennedy, antes llamada Ciudad de Techo y conocida en tiempos prehispánicos como Techotiba, territorio de agua en lengua chibcha, es una de las localidades más pobladas de la capital. Aunque muchos la identifican por su dinamismo comercial, sus 3.855,45 hectáreas también albergan un patrimonio natural vital para la ciudad.
En esta localidad se encuentra la Media Luna del Sur, el corredor ecosistémico más grande de Bogotá, que conecta ocho localidades y permite el flujo de la biodiversidad, además de mejorar la calidad de vida de miles de habitantes. También se encuentran cuatro Reservas Distritales de Humedal (RDH): El Burro, Techo, La Vaca y Tingua Azul (compartida con Bosa), que en conjunto abarcan 65,45 hectáreas y son áreas protegidas fundamentales para la resiliencia climática y la conectividad ecológica.
El humedal El Burro, con certificación internacional Ramsar, es un ejemplo de la riqueza natural de Kennedy: allí se han registrado 109 especies de plantas —más de la mitad nativas—, 139 especies de aves y varios anfibios y reptiles. En La Vaca, además de programas de restauración ecológica, se desarrollan recorridos pedagógicos para que la comunidad conozca y valore la flora y fauna presentes en el humedal.
Kennedy también es un refugio para aves migratorias: en el humedal Techo, pese a su pequeño tamaño y la presión urbanística, se han identificado 36 especies, de las cuales 16 son migratorias como el pibi (Contopus sp.), el sirirí tijereta (Tyrannus savana) y el sirirí norteño (Tyrannus tyrannus).
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Retos ambientales
La localidad enfrenta grandes desafíos. Según el Plan Ambiental Local (PAL), la calidad del aire es uno de los más urgentes, debido a la alta concentración de población, la actividad industrial y la cercanía de Corabastos. La Secretaría de Ambiente realiza operativos de control a fuentes móviles contaminantes y los llamados “buses chimenea”, además de controles a industrias.
Los humedales presentan problemáticas como descargas de aguas residuales, manejo inadecuado de basuras, contaminación atmosférica y presencia de animales domésticos, lo que impacta el suelo, el agua y la biodiversidad.
