Las sanciones ascienden a 877 millones de pesos. Se busca mejorar la percepción ciudadana.
Los operativos de control para eliminar la contaminación visual exterior ilegal en las calles de la ciudad no dan tregua y de hecho las entidades oficiales ya comienzan a mostrar resultados: en los primeros cinco meses del año multaron a 30 grandes empresas y personas naturales por poner pasacalles, pendones, vallas y hasta avisos de papel pegados en los postes.
Las cifras, solicitadas por EL TIEMPO a la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), detallan una a una las sanciones en diferentes puntos de la ciudad y que ascienden a cerca de 877 millones de pesos. Sumadas a las sanciones impuestas en el año 2016, la cifra consolidada, según la entidad, supera los 1.160 millones de pesos por este tipo de contaminación en lo que va corrido de esta administración.
El reporte oficial dice que entre los elementos que se han podido sacar de las calles están 48.237 afiches, 127 pasacalles, 936 pendones y 154 rompetráficos, entre otros, en 2017.
En un recorrido que realizó EL TIEMPO el fin de semana por la calle 122 entre carreras 15 y autopista Norte, uno de los puntos donde más pendones y vallas se instalan para la oferta de vivienda nueva y usada, no se encontró ni un solo pasacalle.
Igual pasó en otras avenidas, como la calle 72, que antes estaba invadida por este tipo de publicidad y que por lo general se instalan de noche, de forma clandestina, desde camiones y camionetas especializadas y acondicionadas con escaleras de largo alcance para poder instalar estos elementos en medio de la oscuridad y el silencio cómplice.
Vecinos del barrio Santa Bárbara consultados por este diario reconocen el trabajo del Distrito y señalan que las vías se ven más limpias y ordenadas.
Las localidades donde se han concentrado los operativos son Chapinero, con 16.876 elementos retirados; Engativá, con 16.433; Barrios Unidos, con 7.480; Teusaquillo, con 5.179; y Santa Fe, con 1.913, entre los casos más relevantes.
El tema es clave para los ciudadanos porque, según la última Encuesta de Percepción de Calidad de Vida, el 66 por ciento de los consultados está insatisfecho por la contaminación visual, 24,45 por ciento no está ni satisfecho ni insatisfecho y el 9,95 por ciento respondió que sí está satisfecho.
Las dos multas más altas que se han impuesto este año fueron de 156 millones de pesos a cada una de ellas. La primera fue a un almacén de superficie, que vende desde una aguja hasta equipos de última tecnología, por instalar elementos de publicidad tipo pendón para anunciar productos para el hogar y la construcción. La otra empresa multada es una de construcción que deberá pagar la multa que le fue impuesta por colocar pasacalles.
Participación ciudadana:
En el listado de empresas aparecen también fábricas de muebles, clínicas odontológicas, cafeterías, concesionarios, papelerías, droguerías y hasta un almacén de bicicletas que invadió con avisos el espacio público de los ciudadanos.
Según la reglamentación vigente, los ciudadanos que instalen publicidad exterior visual sin previo registro o la debida autorización se verán enfrentados a las sanciones de ley.
El artículo 40 de la Ley 1333 de 2009 señala que las multas diarias son hasta por cinco mil salarios mínimos mensuales legales vigentes; es decir, hasta unos 3.600 millones de pesos, dependiendo de la gravedad.
También se pueden ver afectados el cierre temporal o definitivo del establecimiento. Este tema es bandera de la Administración Distrital. De hecho, desde que llegó al poder de la ciudad, el alcalde Enrique Peñalosa Londoño dio la instrucción de poner la casa en orden en alusión a mejorar los espacios públicos, limpiando y recogiendo los escombros y también quitando los elementos que generan suciedad y desorden en las calles.
El arquitecto urbanista y director de Corposéptima, Mauricio Rico, quien realizó varios operativos ciudadanos para retirar pendones y avisos pegados en los postes, dijo que la recuperación en zonas como la calle 72 o la zona G obedece a la aplicación de la autoridad y la participación de los ciudadanos. Contó que en un fin de semana se retiraban hasta 20 avisos grandes.
“Este es un tema que les pega muy duro a la percepción de seguridad y a la calidad del entorno. Cuando un sitio se ve lleno de avisos y pegotes, es un sitio sucio y es un sitio que se siente inseguro”, dijo el experto, quien pidió sanciones más drásticas al tiempo que criticó por ejemplo a las firmas constructoras que son las que más instalan pasacalles a lo largo y ancho de las vías y que afecta también la convivencia.