La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) realizó una publicación sobre la ‘eco-fotografía’, se trata de una técnica de impresión fotográfica sobre las hojas de las plantas. Según el informe, gracias a la fotosíntesis se puede escribir o plasmar con la luz sobre individuos vegetales.
La Hicotea –laboratorio de creación y experimentación en artes y culturas– y Claroscuro –escuela de fotografía que fortalece la construcción de lenguajes visuales propios– dictan talleres y realizan exposiciones itinerantes sensibilizando a los ciudadanos, de todas las edades, sobre la diversa flora capitalina.
El taller, titulado “Impresión al Sol”, enseña dos técnicas: la antotipia y la clorotipia, las cuales, mediante un tratamiento de las hojas de las plantas, permiten plasmar una imagen fotográfica aprovechando las propiedades naturales de pigmentación y color propias de estos seres vivos al ser expuestos a la luz solar.
“En la antotipia, las hojas de las plantas se envuelven en un trapo de espinaca y se maceran con un martillo; este proceso genera una emulsión a la que se puede añadir bicarbonato para intensificar el color, y la sustancia obtenida se aplica en 7 capas sobre una hoja de papel, sobre la que se pone un acetato con alguna imagen, por ejemplo un rostro, y un vidrio sellado con ganchos para luego exponerla a la luz solar por el tiempo que sea necesario”, dice la UNAL.
Según reporta la universidad, las hojas de espinaca absorben la luz y sus pigmentos fotosintéticos –clorofila, carotenoides y antofilos– les permiten plasmar la imagen del acetato en color verde sobre la hoja blanca”.
En la clorotipia se utilizan hojas de cartucho, espinaca o estramonio como base para plasmar una imagen fotográfica; estas funcionan como un papel sobre el que se imprime y representa la imagen del acetato. Lo que se hace es poner la imagen sobre la hoja y sellar con un vidrio –de manera similar a la antotipia–, y en seguida se deja expuesta a la luz solar para conseguir que la fotografía quede plasmada en la hoja de alguna de estas plantas.
Los resultados de varios talleres fueron expuestos en un domo que fue ubicado en el humedal Juan Amarillo, y varios lugares de Bogotá, en donde “la gente tira basura y no cuida el lugar, pero cuando las personas entraban al domo empezaron a ser un poco más conscientes de la importancia del sitio y de la responsabilidad que tienen en su cuidado y preservación”, dijo Andrea Ortiz, especialista en fotografía de la UNAL.