Los perros de razas pequeñas como shit zu, pomerania, westhighland terrier y Chihuahua, que estaban en condición de abandono, fueron rescatados por el Instituto de Protección Animal.
El operativo se desarrolló en una vivienda del barrio Molinos primer sector en el sur de la ciudad, en la cual funcionaba una clínica veterinaria. Allí, se encontró un presunto criadero clandestino, por lo cual se procedió al sellamiento por maltrato animal.
Al entrar al lugar se encontraron a los animales en deplorables condiciones de tenencia, avanzada desnutrición y algunos con glaucoma y ceguera. La mayoría de los animales que estaban en el lugar eran cachorros con menos de 45 días de nacidos, sin ningún registro de vacunas de desparasitación y en un ambiente antihigiénico, razón por la cual las autoridades iniciarán una acción contra el representante del lugar.
Claudia Liliana Rodríguez, directora del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal indicó que “antes de que una persona compre un animal debe entender la cadena de crueldad que con ello alimenta: la sobre explotación de hembras, crías tempranamente destetadas desprovistas de cuidados sanitarios y en total ausencia de bienestar. Un regalo que se adquiere a costa del dolor de otros seres vivos”.
Este criadero clandestino estaba en actividad de reproducción por la época decembrina, razón por la cual se encontraron hembras gestantes, varias sobre explotadas y en avanzada edad, algunas incluso con hasta 10 años.
Al ser aprehendidos, los animales fueron registrados e identificados con microchips, así como también fueron trasladados a centros de urgencias veterinarias para adelantar las valoraciones medicas respectivas.
Con esto, la administración distrital ha atendido más de 200 denuncias de maltrato animal y se han aprendido más de 100 animales.