Bogotá sigue comprometida con cambiar sus hábitos y desarrollar acciones conjuntas para enfrentar la crisis climática. Por esto, con otras 31 urbes del mundo, la ciudad firmó la Declaración de la Naturaleza Urbana de la red de ciudades C40, una oportunidad para adaptarse, crear territorios más verdes y resilientes, y mitigar los efectos del cambio climático.
“Las sociedades urbanas y rurales dependen de los ecosistemas y la biodiversidad para sostener la vida y garantizar el bienestar humano. Reverdecer a Bogotá significa reparar este vínculo con los bosques, los humedales y los ríos que cobijaron a nuestros ancestros durante siglos. De esta manera, nos comprometemos con el cuidado y la restauración de la naturaleza urbana. Esta será una herramienta vital para combatir el cambio climático que purifica el aire que respiramos y actúa como espacio para la reflexión, la socialización, la construcción de tejido social y el sentido de pertenencia”, dijo la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Bogotá se compromete a tener cada vez más áreas verdes como parques, bosques y árboles, al mismo tiempo que los protege, restaura y amplía. También avanza en la implementación de sistemas urbanos de drenaje sostenible-SUDS, para que, entre otras cosas, se puedan diseñar espacios permeables para absorber agua y evitar inundaciones.
Estas acciones permitirán que la ciudadanía pueda tener acceso a estos espacios verdes, lo que es fundamental para avanzar en el cierre de brechas. Además, contribuirá a que la capital tenga una mejor calidad del aire en beneficio de la salud de las personas.
“Firmar esta declaración demuestra y ratifica el compromiso de esta Administración por lograr un aire y calles más limpias de combustibles fósiles. Con el Plan de Acción Climática, hoja de ruta ambiciosa para los próximos 30 años, vamos a cumplir las metas de mitigación y adaptación al cambio climático. Ampliar las áreas verdes y generar conectividad nos permitirá reverdecer la ciudad. Este gobierno trabaja y sigue comprometido para mejorar las condiciones ambientales de Bogotá”, afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
El objetivo es diseñar, desarrollar e implementar soluciones basadas en la naturaleza para seguir manteniendo los servicios que estos prestan y, así, enfrentar los desafíos que tiene la sociedad, como el cambio climático, el riesgo de desastres o la seguridad alimentaria, y crear espacios sostenibles y saludables que mejoren la calidad de vida en lo ambiental, social, cultural y económico.
Por eso, la Declaración de la Naturaleza Urbana de C40 es un compromiso para establecer metas ambiciosas, lograr la resiliencia climática y crear una hoja de ruta ambiental que incluya a las personas y al medioambiente. También establece retos para construir ciudades equitativas y resilientes, economías inclusivas y comunidades saludables. Esto va en línea con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Objetivos a corto y mediano plazo
En el corto plazo, Bogotá trabajará para fomentar los empleos verdes y, así, lograr una reactivación económica sostenible. De igual manera, el Distrito buscará identificar los riesgos y vulnerabilidad frente al cambio climático, establecer objetivos relacionados con el Plan de Acción Climática y fortalecer el ejercicio de gobernanza para movilizar oportunidades de acceso financiación.
En cinco años, Bogotá deberá implementar o mejorar espacios públicos verdes en áreas vulnerables, completar el inventario de la vegetación que hay en la ciudad para crear conciencia sobre el valor de la naturaleza y así reducir los riesgos climáticos, y, además, desarrollar programas o prácticas para incentivar la participación de todos los sectores de la sociedad.
La red de ciudades C40 es el Grupo de Liderazgo Climático compuesto por aproximadamente 90 urbes de todo el mundo comprometidas con adoptar medidas y estrategias sostenibles para mitigar la crisis climática.