Estudio de universidad en EE. UU. asegura que estos vehículos no son tan amigables con el planeta.
Los scooters o patinetas eléctricas hoy en día son una de las opciones de movilidad a corta distancia que más se están utilizando en grandes urbes como París, Londres e incluso Bogotá.
Si bien su uso se presenta como una manera de no contaminar el medio ambiente, un estudio realizado por los investigadores Joseph Hollingsworth, Brenna Copeland y Jeremiah X Johnson, de la Universidad de Carlifornia, indica lo contrario.
“Mediante la evaluación del ciclo de vida, cuantificamos los impactos totales al medio ambiente de esta opción de movilidad asociada con el calentamiento global, la acidificación, la eutrofización y los impactos respiratorios”, explica el estudio que fue publicado en la revista científica Environmental Research Letters.
Así, en el estudio se encontró que las cargas ambientales asociadas con las patinetas son pequeñas en comparación con los materiales, las cargas de fabricación y los impactos asociados al transporte de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), a las estaciones de carga durante las noches.
Dentro de ello, se tuvo en cuenta que estos VMP fueron pensados para durar alrededor de 2 años en las calles. Sin embargo, están durando hasta 2 meses debido al mal uso y al vandalismo. Ello supone que más unidades de VMP se estén fabricando todo el tiempo.
Además, durante las noches las personas conocidas como juicers o chargers, pasan por las diferentes ubicaciones de las patinetas, las recogen en sus vehículos y se las llevan a sus casas a recargar. Esto significa más emisiones de CO2 para el medioambiente.
El estudio se hizo observando dos empresas como Lime y Bird, cuya fabricación viene de China.
La gran conclusión fue entonces que las emisiones de CO2 utilizadas para fabricar, enviar, cargar y trasladar –dentro de la ciudad– los VMP, contaminan más que un autobús público con pasajeros a bordo, un ciclomotor eléctrico, una bicicleta eléctrica y una bicicleta normal.
En un comunicado, la empresa Lime respondió al estudio: “Agradecemos la investigación sobre los beneficios ambientales de las nuevas opciones de movilidad; sin embargo, este estudio se basa en gran medida en suposiciones y datos incompletos que producen una gran variabilidad en los resultados. Creemos que la micromovilidad reducirá la contaminación y mitigará el cambio climático”.
La publicación por supuesto ha resultado polémica, y las empresas que prestan este servicio han estado al frente para defender los beneficios de las patinetas eléctricas y su visión como el futuro del transporte de personas más amigable con el medio ambiente.