Durante el cuatrienio 2016-2019, administración del alcalde Enrique Peñaloza, se plantaron más de 460.000 árboles, de diversas especies en toda Bogotá.
“Nuestro objetivo es dejarle a Bogotá 500 mil árboles nuevos sembrados para darle vida a los parques, separadores y cerros orientales, para devolver el hábitat a la fauna y por supuesto, darles un mejor ambiente a los ciudadanos”, explicó el Alcalde.
Las plantaciones han sido realizadas con estudios previos a las condiciones de humedad, tipo de suelo, resistencia y estrés urbano, con el fin de asegurar la alta capacidad de CO2 que generan estos nuevos integrantes del medio ambiente, en su valiosa labor de brindar una mejor calidad de vida.
1. Nogal:
El Nogal bogotano puede llegar a medir hasta 30 metros de altura. ¡Imponente! Sus frutos son de color marrón, casi del tamaño de una naranja y contienen en su interior una almendra que es utilizada en repostería. En la antigüedad se utilizaba este fruto para evitar la caída del cabello y oscurecer las canas.
2. Roble:
Conocido como el rey de la selva o de bosque andino. Según el Jardín Botánico, “el roble colombiano es un árbol que se caracteriza por ser una especie dominante y endémica de la región, pues cuenta con una constante interrelación con el ambiente. Además, sus frutos atraen a las abejas, ardillas, venados y otras especies fundamentales para los ecosistemas”.
3. Cedro:
Es una especie que absorbe ruidos y atenúa el calor. Sirve de refugio para algunas aves y otras plantas. Altura de hasta 25 metros. Más de 100 años de vida. Se adapta principalmente a zonas como cerros húmedos y semi húmedos, sabana húmeda, semi húmeda y semi seca.
4. Liquidámbar:
Su nombre significa “ámbar líquido”, debido a la resina aromática que se obtiene de su corteza. Ayuda a atenuar la densidad de los vientos. De 20 a 40 años de vida. Se adapta principalmente a zonas como cerros húmedos, semihúmedos, sabana semi seca, seca, súper seca, extra seca, húmeda y semi humeda.
5. Chicalá Amarillo:
Especie nativa que alcanza una altura de hasta 7 metros. Sus flores son atractivas para las abejas, llega a vivir entre 30 y 40 años. Se adapta principalmente a zonas húmedas subhúmedas y semisecas.