“Bogotá es Mi Huerta” es una herramienta virtual que acerca a la ciudadanía al mundo de la agricultura urbana y periurbana. A través de ella, las y los huerteros pueden acceder a capacitaciones, asistencia técnica y materiales didácticos de manera gratuita, tanto de forma presencial como virtual. También brinda información sobre insumos básicos para huertas, como tierra, compost, plántulas o lombrices, que fortalecen la práctica agrícola en casa, colegios o espacios comunitarios.
La plataforma, desarrollada por el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), funciona como una red de aprendizaje y colaboración. Allí se encuentran cursos, foros, noticias, investigaciones y un mapa de huertas urbanas de la ciudad, además de historias inspiradoras de huerteros y huerteras que aportan a la conservación de zonas verdes y a la seguridad alimentaria de Bogotá.
Según el Jardín Botánico de Bogotá, la ciudad cuenta con 7.439 huertas registradas en 2024, lo que la convierte en un referente de la agricultura urbana en Latinoamérica.
Uno de sus espacios más visitados es la sección “Aprende”, donde está disponible una cartilla práctica para establecer y manejar tu huerta. En ella se explican los requerimientos básicos, la propagación de plantas y el cuidado de los suelos, y recetas y guías para transformar productos o elaborar cosméticos naturales.
Rutas agroecológicas: recorridos para la comunidad
Como parte de esta apuesta, el programa también promueve las rutas agroecológicas, recorridos en los que las huertas urbanas y periurbanas se conectan entre sí. Actualmente existen cinco rutas: Suba, Kennedy, Centro, Engativá-Teusaquillo y Chapinero.
En cada ruta, avalada por el JBB, los visitantes pueden conocer distintas huertas, participar en actividades de educación ambiental y descubrir cómo las comunidades transforman residuos en abono, cultivan hortalizas y semillas nativas, y contribuyen al reverdecimiento de la ciudad. Más que un paseo, es una oportunidad para aprender de la tierra, intercambiar saberes y reconocer el valor social y ambiental de la agricultura urbana.
Las huertas también contribuyen a que Bogotá sea una ciudad más resiliente frente al cambio climático, fortalecen la seguridad alimentaria y promueven el bienestar de todas y todos los ciudadanos.