El colegio Ramón Jimeno es quizás el único en Bogotá con un plan educativo prioritariamente ecológico: no solo funciona y se abastece con energía proveniente de los paneles solares que tiene en varios de sus techos y el parqueadero.
También será el primer plantel distrital que recibirá el ‘sello verde’ por eficiencia energética, al devolver a la red, en los fines de semana y vacaciones, la energía solar sobrante.
Este plantel construido en el barrio La Macarena, en el centro de Bogotá, desde hace ocho meses funciona con 148 paneles fotovoltaicos de 240 vatios –importados de Austria– puestos en la zona administrativa del colegio, un sendero y el parqueadero.
Desde entonces, los 420 menores que estudian en el centro educativo, hijos de trabajadores de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá (EAB) –dueña del colegio– cargan sus celulares en los toma corrientes que ahora son de energía solar; las 22 aulas, los computadores, los talleres, las estufas y demás aparatos empleados para la limpieza funcionan con la energía obtenida de los paneles solares.
“La radiación solar es captada por los paneles y la canalizan a unos equipos que convierten la energía de sol directa en energía alterna o de consumo”, explicó el ingeniero constructor de este proyecto de eficiencia energética.
Agregó que, con la instalación de este sistema solar autónomo, con un seguidor ídem que capta siempre y directamente los rayos del sol, se puede aumentar la eficiencia de generación entre el 30 y el 50 por ciento.
La instalación de los paneles solares, que tienen una garantía de 25 años es, además, otro de los componentes del programa piloto de eficiencia energética que se propuso sacar adelante la empresa de Acueducto en este colegio, pues antes de poner los techos con paneles solares, en esta institución se hizo el cambio de las bombillas eléctricas a las de tecnología led.
Según el gerente de la EAB, Alberto Merlano, el recambio de las bombillas y la utilización de la energía solar le han permitido al colegio bajar los consumos de 6.906 kilovatios mensuales a entre 2.000 y 2.500 kilovatios, es decir, se ha logrado un ahorro del 71 por ciento en los gastos de energía y, como consecuencia, en las facturas del servicio.
La puesta en marcha del sistema de generación de energía solar y el recambio de luminarias le costó al Acueducto alrededor de 550 millones de pesos.
Cultivan huerta orgánica Otro programa ecológico del colegio es la huerta orgánica sostenible que cultivan los estudiantes y que comenzó a ser su nueva despensa.
Lograron sacar una primera cosecha de papa criolla, cilantro y zanahoria. El abono que emplean para la huerta es también natural, elaborado con los residuos orgánicos que produce el plantel. Para este proceso utilizan un compostador automático.
Y, cuando cae agua lluvia, tampoco la desaprovechan. En este colegio tienen un sistema de recolección para almacenar 2.000 litros de esta agua llovida. Esta la utilizan para el riego automático en la huerta.
Según el Acueducto, desde que se puso en marcha este programa ecológico, el plantel ha dejado de emitir 22 toneladas de CO2.
Este colegio será visitado hoy por el alcalde Gustavo Petro, quien presidirá el acto de recibo del sello verde.