Por ahora, la población se beneficia aún por el deshielo de los glaciares andinos. Pero la desaparición de los gigantes blancos intensificará los conflictos por la escasez de agua. Aquí se necesitan soluciones políticas.
El cambio es evidente a simple vista para los residentes de La Paz: el Illimani, la masiva montaña de 6.439 metros de altura y símbolo distintivo de la ciudad, tiene hoy mucha menos nieve que hace diez o veinte años. Para los picos vecinos, como el Chacaltaya, el cambio ha sido aún más dramático. Hasta hace poco, el Chacaltaya, con 5.300 metros de altura, era el complejo de esquí más alto del mundo. Desde el año 2009, el que antes fuera un excelente centro para esquiar dejó de ser visitado por los deportistas aficionados a este deporte porque la nieve ha desaparecido. Esto hace que la gente se preocupe, dice Karin Kemper, la especialista en temas medioambientales del Banco Mundial para la región de América del Sur. No necesitan ningún científico que les explique que algo anda mal aquí.