El centro ahora es administrado técnica y operativamente por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, que pretende transformar la atención de animales en riesgo e impulsar la adopción.
Ya lo anticipaba en diciembre pasado, en diálogo con El Espectador, Claudia Rodríguez, directora del Instituto de Protección y Bienestar Animal de Bogotá: el actual Centro de Zoonosis será transformado y se convertirá en un referente de la adopción y el cuidado. La primera etapa de la transformación se acaba de concretar: el organismo dejó de ser manejado por la Secretaría Distrital de Salud y ahora está en manos del Instituto. Nace así la Unidad de Cuidado Animal.
Según Rodríguez, se trata de “una nueva etapa por la protección de los animales más necesitados”, que arrancó el pasado 1 de febrero, cuando el Instituto recibió en propiedad el predio donde funcionaba Zoonosis y se hizo el empalme entre ambas entidades. ¿La apuesta? Dotar a la Unidad con un hospital de primer nivel para atender a perros y gatos, y equiparlo con una unidad materno neonatal destinada a animales gestantes y sus crías.
Tras el empalme, funcionarios del Instituto determinaron que las actuales instalaciones de Zoonosis no cuentan con el espacio suficiente para albergar animales y ofrecerles las mejores condiciones de recreación y custodia.
“Los animales que permanecían en el centro ingresarán a los programas de apadrinamiento y adopción en lugares que han sido seleccionados y pagados por el instituto por ser los más indicados para brindarles la mejor calidad de vida mientras encuentran un nuevo hogar”, explicó el Instituto a través de un comunicado.
Por su parte, la Secretaría de Salud continuará trabajando, ahora de la mano de la Unidad, y estará encargada de tareas encaminadas a la prevención, vigilancia y control de Zoonosis, así como la vacunación antirrábica de caninos y felinos y la observación de animales agresores. Además, seguirá realizando labores de vigilancia epidemiológica en materia de eventos transmisibles de origen zoonótico.
“El mayor desafío es contar en el futuro cercano con un hospital veterinario básico de primer nivel para brindar una intervención primaria a animales que viven en calle y están enfermos o son víctimas de maltrato. Para cumplir todas sus metas, la Unidad contará en el 2018 con un presupuesto que supera los $2.225 millones”, agregó la entidad.