Los buñuelos y la natilla son dos manjares que se han convertido en símbolos gastronómicos de la Navidad colombiana. Con el arribo de la época decembrina su preparación aumenta y, por tanto, el consumo de sus ingredientes.
Para el caso específico de los buñuelos se requiere el uso de una gran cantidad de aceite que habitualmente termina siendo vertido en los lavaplatos o los sifones de los hogares, situación que no solo genera obstrucciones al sistema del alcantarillado, sino un alto grado de contaminación en quebradas y ríos.
Solo un litro de aceite usado puede llegar a contaminar cerca 40.000 litros de agua, lo equivalente al consumo de agua anual de una persona en su domicilio, pues contiene aproximadamente 5.000 veces más carga contaminante que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento. Así lo establecieron Iñigo González Canal y José Antonio González, del consorcio Aguas Bilbao Bizkaia, en el estudio denominado Aceites Usados de Cocina: problemática ambiental, incidencias en redes de saneamiento y coste del tratamiento en depuradoras. Otros estudios dan cuenta que un litro de aceite puede contaminar cerca de 1.000 litros de agua.
En el informe realizado en la provincia de Vizcaya (España) también se determinó que el costo de depurar el aceite usado que se vierte por el alcantarillado está por el orden de los 0,46 euros litro, que equivale a 460 euros por metro cúbico, es decir, que es 700 veces más caro que lo que paga un ciudadano por el tratamiento de su agua residual.
A nivel medioambiental la liberación de aceites y grasas al medio acuático aportan contaminantes como la elevada Demanda Química de Oxígeno (DQO) que afetan el intercambio gaseoso, por lo que estas sustancias, una vez entran en el medio acuático, se difunden por al superficie reduciendo la oxigenación del agua y su calidad físico-química, lo que pone en riesgo a las especies presentes en esos cuerpo de agua. Además, afectan la fotosíntesis ya que absorben la radiación solar solar necesaria para que se adelante ese proceso.
Adicionalmente, esta sustancia grasa puede llegar a cubrir la piel y las branquias de los peces, generándoles asfixia y la muerte.
Por esa razón, el aceite usado debería ser recogido por empresas especializadas que se encargen de una adecuada disposición (incineración). Pero, además, podrían ser utilizados para la producción de biocarburantes, jabones y otros usos en la industria química como ceras y barnices, impulsando nuevos renglones productivos y reduciendo su impacto ambiental.
En Europa, por ejemplo, todo el aceite usado que se recoge se emplea en la producción de biodiesel, lo que se traduce en el ahorro de energía fósil de un 21% con relación al uso de aceites crudos, así como en un ahorro de energía fósil del 96% respecto a la producción de diésel. Y es que cada kilogramo de aceite recogido se puede transformar en 0,92 kg de biodisel, según el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas de España.
También afecta las redes de alcantarillado:
La inadecuada disposición de aceites de cocina en los lavaplatos o sifones pueden llegar a generar bolas de grasa que terminan taponando la redes de alcantarillado.
“El aceite al enfriarse se acumula en las tuberías y combinado con otros elementos y residuos de comida genera taponamientos que ocasionan desbordamientos de agua residual, lo que incrementa la posibilidad de perjuicio sanitario en la comunidad”, informó la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, que para prevenir y motivar a la ciudadanía a realizar reciclaje del aceite lanzó la campaña “Aquí empieza el río no lo contamines”.
“Colaborar es fácil. En las casas, las personas deben dejar enfriar el aceite usado, envasarlo en botellas de plástico y traerlo al punto de acopio”, indicó la empresa que instaló, con el apoyo de Secretaría Distrital de Ambiente, un contenedor de recolección para que los usuarios depositen allí el aceite de cocina usado. Este se encuentra ubicado en la sede de la Avenida Calle 24 #37-15, Centro de Atención al Usuario.
El contenedor para llevar el aceite usado de cocina se encuentra ubicado en el Centro de Atención al Usuario de la Empresa de Acueducto de Bogotá. Foto: Acueducto de Bogotá.
Adicional a ese punto de acopio, existen otros 23 sitios de recolección de aceite ubicados, en especial, en los Supercades, algunas alcaldías locales y entidades públicas.
La empresa también realizó algunas recomendaciones a los ciudadanos, entre las que se encuentran:
· Usar rejillas en los lavaplatos para evitar el paso de residuos sólidos.
· Limpiar con papel absorbente las ollas, cacerolas y vajillas antes de lavarlas.
· En caso de un derrame de aceite en el piso, limpiar con algún material absorbente, aserrín o toallas de papel antes de lavar.
· No descargar grasas, aceites y lubricantes en el desagüe de la cocina, inodoros o cualquier desagüe del hogar.
· Después de dejar enfriar el aceite, utilizar un embudo y una botella plástica vacíay vertir el aceite con precaución. Luego llevarlo al centro de acopio.
· Si usted tiene un restaurante o establecimiento de preparación de alimentos debe contar con una trampa de grasas que evite que estos residuos lleguen al sistema de alcantarillado.
· Para mayor información sobre el manejo de grasas y aceites en el alcantarillado puede consultar el siguiente link:
https://www.acueducto.com.co/guatoc/videos/video1_html/index.html/sostenibilidad.semana.com