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Indicadores Ambientales

Las 7 plagas que aquejan a la Tierra en su día

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1. Superpoblación:

A finales del año pasado éramos cerca de 7.300 millones de personas en la Tierra y para el 2050 se estima que seamos 9.700 millones. La falta de un control en la natalidad y un crecimiento poblacional desbordado en países emergentes tienen y tendrán un impacto negativo sobre la salud planetaria. Según de The Nature Conservancy se tendrán que sacrificar un 20% de los hábitats naturales para dar cabida a los nuevos habitantes.

Además el sector de los combustibles convencionales (petróleo y carbón) y los no convencionales (fracking) necesitarán crecer entre un 30% y un 50% para atender la demanda. Aunque se proyecta que para el 2040 la producción eólica aumente en un 400% y la solar en un 1.000%.

2. Altos niveles de contaminación:

Los niveles de calidad del aire son cada vez más peligrosos y no solo afectan a los seres humanos sino a los animales, las plantas y los océanos. Cerca de 5,5 millones de personas al año mueren a causa de la contaminación atmosférica, además problemas como la degradación de los bosques, el daño en las cosechas y el aumento en el calentamiento global, son algunos de los efectos que la contaminación del aire tiene y que son difíciles de cuantificar porque muchos afirman que este tipo de contaminación es solo un factor entre muchos.

3. La deforestación:

La revista Nature calculó a inicios de este año que en la Tierra habitan cerca de tres billones de árboles. En principio podría parecer una cifra enorme pero la tasa de árboles ha disminuido en un 46% desde el inicio de la civilización humana. Además, hay que tener en cuenta que la deforestación y la mano del hombre acaban con 15.000 millones de árboles al año.

También, la World Wildlife Foundation (WWF) y su informe “Bosques Vivos: Salvar los bosques en peligro”, 170 millones de hectáreas de bosque serían destruidas del 2010 al 2030. Los frentes de deforestación más grandes están situados en la Amazonia, el Bosque Atlántico y Gran Chaco, Borneo, el Cerrado, Chocó-Darién, la cuenca del Congo, África oriental, el este de Australia, el Gran Mekong, Nueva Guinea y Sumatra. Lo preocupante es que estas son algunas de las zonas de mayor riqueza de flora y fauna silvestre del mundo.

4. Sequía y desertización:

Un informe titulado ‘Water in the World We Want’ realizado por el Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud (INWEH) de la Universidad de las Naciones Unidas. Advierte que en poco tiempo la demanda de agua provocará conflictos ocasionados en su mayoría por la corrupción, los auxilios a sectores como el energético y el agrícola, y por el excesivo crecimiento demográfico.

Para el año 2030 la demanda mundial esperada de agua dulce será un 40% superior a la oferta. También se estima que de aquí a 10 años, 48 países estarán clasificados en la categoría con escasez de agua o con estrés de agua. Por su parte la desertificación, causada por el cambio climático, la mala gestión del agua y la agricultura intensiva se convierte en un problema que de no atacarse prontamente puede llegar a desencadenar una catástrofe a nivel mundial.

5. Reducción de la biodiversidad:

Según la WWF, de 1970 al 2010 miles de poblaciones de vertebrados disminuyeron 52% y la pérdida de biodiversidad acarrea un costo estimado de entre 2 y 6 billones de dólares anuales. Incluso detener la extinción de especies costaría 80 mil millones de dólares en un año. En los últimos 40 años Latinoamérica perdió el 83% de las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles hechos que deben preocupar no solo a los ecologistas, pues dichas especies garantizan el tejido de los ecosistemas que sustentan la vida humana en la Tierra.

6. Cambio Climático:

El incremento de la temperatura terrestre, eventos climáticos cada vez más extremos, aumento del nivel del mar. Son apenas algunos de los efectos de este fenómeno que todavía es negado por muchos políticos a nivel global.

Es un hecho comprobado científicamente que las actividades humanas están afectando el clima actualmente, y que ya hemos pasado el punto de no retorno. Regular el impacto futuro cambiando de hábitos y dejar de usar combustibles fósiles puede llegar a garantizar un futuro menos catastrófico a las próximas generaciones.

7. Acidificación de los océanos:

Es un proceso que hace que disminuya el nivel de pH de los mismos. El pH del océano no es constante ni en el tiempo ni en el espacio y se ve afectado por varias variables naturales. Algunas de esas variables son la temperatura del agua y la concentración de CO2 en la atmósfera. Así este fenómeno está relacionado con el ciclo del carbono, uno de los subsistemas más importantes de la biosfera.

Actualmente se está observando una rápida acidificación en los océanos del mundo gracias a las actividades humanas desde la revolución industrial y la emisión de gases de efecto invernadero. Lo preocupante es que la acidificación supone una alteración del ciclo de vida en los diferentes ecosistemas marinos y una reducción del plancton que es vital para la subsistencia de varias especies, que además de servirnos como alimento regulan el ciclo de la vida en la Tierra.


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